El rey de España, Felipe VI, renunció a cualquier herencia personal futura que le correspondería de su padre y le retiró la asignación del Presupuesto del Estado por su rol como rey emérito debido a informes que revelan que el exmonarca tenía millones de euros en cuentas en el extranjero.
El rey Felipe decidió “renunciar a la herencia que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad”, dijo el rey Felipe en un comunicado publicado en línea.
Negó cualquier conocimiento de su supuesta designación como beneficiario de la fundación llamada Zagatka o de algún vínculo con otra fundación llamada Lucum, según informó el diario británico Daily Telegraph. La publicación, con sede en Londres, informó el 14 de marzo que Felipe había sido nombrado beneficiario de un fondo offshore de 65 millones de euros (US$ 73 millones) que Arabia Saudita había dado a Juan Carlos cuando ocupaba el trono.
La decisión de Felipe da otro golpe a la reputación ya empañada de su padre y señala las preocupaciones de la Corona sobre cómo sus negocios podrían perjudicar a la monarquía. Aclamado como héroe por resistir un intento de golpe de Estado contra la naciente democracia española en 1981, los últimos años del reino de Juan Carlos se vieron envueltos en acusaciones de corrupción contra sus socios cercanos, lo que finalmente precipitó su abdicación en el 2014.
El fondo saudí generó especulación en España de que el propio rey había recibido pagos ilícitos.
En 2014, la hermana de Felipe, Cristina, fue el primer miembro de la realeza en enfrentar acusaciones penales en los tribunales desde la reincorporación a la monarquía en 1978. Fue interrogada sobre su conocimiento de los asuntos financieros de su esposo, Iñaki Urdangarin, exjugador de balonmano olímpico y ejecutivo de Telefónica SA, quien ahora está en la cárcel por malversación de fondos públicos.
La popularidad de Juan Carlos ya había sufrido un duro golpe en abril de 2012 cuando se supo que había realizado un viaje de caza de elefantes a Botsuana mientras el país luchaba por evitar un rescate europeo. Se vio obligado a disculparse con los españoles en una transmisión de televisión.
La presión sobre él aumentó a medida que surgieron las conexiones entre las actividades comerciales de su yerno y su viaje a Botsuana. El antiguo rey estuvo acompañado por Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una aristócrata alemana que dijo en una entrevista periodística que tenía una “amistad íntima” con el rey. También dijo que Juan Carlos le había pedido que encontrara un trabajo para su yerno Urdangarin.
Juan Carlos solicitó hacer público que nunca había informado al rey Felipe sobre ninguna de las fundaciones, según el comunicado. El antiguo rey se retiró de la vida pública el año pasado.