El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, suplica a los occidentales que prohíban la entrada de aviones rusos en el espacio aéreo ucraniano, pero por el momento la OTAN se ha negado a imponer una zona de exclusión aérea por miedo de provocar una escalada militar. ¿Por qué?
¿Qué es una zona de exclusión aérea?
Una zona de exclusión aérea (“no-fly zone” en inglés) es un territorio sobre el que se prohíbe volar a cualquier nave. Si un avión no lo respeta puede ser derribado. Esta medida suele aplicarse en tiempos de guerra para evitar el bombardeo de civiles, por ejemplo.
Es legal en derecho internacional cuando se basa en una resolución de la ONU, como la prohibición de sobrevolar Irak decidida en la década de 1990 para proteger a las minorías chiítas en el sur y kurdas en el norte, de los bombardeos, en particular con armas químicas, del régimen de Sadam Huseín.
Pero cuando la decreta una o varias potencias externas, puede considerarse un acto de guerra. Y es una operación costosa, que requiere constante vigilancia y rotaciones aéreas.
Entre 1993 y 1995, la OTAN prohibió el espacio aéreo de Bosnia, de acuerdo con una resolución de la ONU. Naciones Unidas también impuso una zona de exclusión aérea en Libia en el 2011 que OTAN puso en práctica.
¿Para qué imponerla?
El gobierno ucraniano pide que se prohíba el espacio aéreo para garantizar los corredores de evacuación de los civiles de las ciudades asediadas por las fuerzas rusas, sobre todo Mariupol en el sur, Járkov, al este o incluso Kiev, la capital.
Sus defensores esgrimen que una zona de exclusión aérea evitaría que los aviones rusos bombardearan las ciudades ucranianas. También impediría volar a los aparatos ucranianos por lo que Kiev ya no podría hacer volar sus drones, que sus fuerzas han utilizado con éxito contra las fuerzas rusas.
¿Por qué Occidente se niega?
Estados Unidos y los altos cargos de la OTAN han rechazado claramente la idea de una zona de exclusión aérea, diciendo que equivaldría a un acto de guerra de su parte.
“La única forma de implementar una zona de exclusión aérea es enviar aviones de combate de la OTAN al espacio aéreo de Ucrania y después derribar aviones rusos para imponerla”, explicó el 4 de marzo el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.
“Tenemos la responsabilidad de impedir que esta guerra se intensifique más allá de Ucrania. Porque eso sería aún más peligroso, más devastador y causaría aún más sufrimiento”, agregó.
Al día siguiente, el presidente Vladimir Putin advirtió que Rusia consideraría cobeligerante a cualquier país que intente imponer una zona de exclusión aérea sobre Ucrania.
Y una “limitada”, ¿sería posible?
La semana pasada, un grupo de expertos estadounidenses pidió en una carta abierta a la OTAN una zona de exclusión aérea “limitada” en Ucrania para permitir la creación de corredores humanitarios.
Pero otros expertos han señalado que para hacer cumplir esta medida, los aviones de la OTAN se expondrían de todas maneras a tener que derribar aviones rusos, lo que representaría un acto de guerra.
¿Sería útil?
Hasta ahora la lucha en Ucrania se ha librado principalmente en tierra. Las fuerzas rusas han utilizado misiles de largo alcance y disparos de artillería pesada para atacar a las ciudades ucranianas. La resistencia ucraniana también se desplegó en tierra.
Un funcionario del Pentágono afirmó el lunes que el ataque del fin de semana a una base militar ucraniana cerca de la frontera con Polonia se llevó a cabo con misiles de crucero disparados desde el espacio aéreo ruso.
“Destacaría que estimamos que todos estos misiles de crucero aire-tierra fueron disparados por bombarderos rusos de largo alcance desde el espacio aéreo ruso, no desde el espacio aéreo ucraniano”, dijo el funcionario, que pidió el anonimato.
“Para los defensores de una zona de exclusión aérea, este es un ejemplo de en qué casos una zona de exclusión aérea no tendría efecto”, agregó.