El trabajo desde casa puede tener los días contados.
En la lucha actual entre los trabajadores que quieren flexibilidad y los jefes que presionan para volver a la oficina, una inminente recesión podría cambiar el equilibrio de poder.
La solidez del mercado laboral durante la pandemia ha hecho que los empleados se sientan con el derecho de pedir beneficios para dejar el trabajo por mejores ofertas. Y las empresas, preocupadas por la retención, se han mostrado reacciones a adoptar una postura firme respecto a la vuelta a la oficina. Pero la recesión económica amenaza con alterar esta dinámica.
“Las empresas van a ser capaces de aprovechar la recesión y el hecho de que no hay muchos puestos de trabajo disponibles para llevar a la gente a la oficina”, dijo Lindsay Duston, directora del proveedor de servicios profesionales Find My Profession.
Elon Musk ya exige a los empleados de Tesla Inc. que trabajen de forma presencial 40 horas a la semana, y ejecutivos de bancos como Goldman Sachs están presionando para que se generalice el regreso a la oficina. Mientras tanto, la ocupación de oficinas en Estados Unidos acaba de alcanzar un nuevo máximo pandémico.
Todavía no ha llegado la recesión oficial . Y el mercado de trabajo sigue ajustado, con el desempleo cerca de un mínimo de cinco décadas. Sin embargo, la lista de empresas que anuncian congelamientos en las contrataciones y despidos sigue creciendo, mientras que la inflamación persistentemente alta lleva a la Reserva Federal a aumentar las tasas de interés .
Beneficio para el trabajador
Las recesiones son malas para los resultados, pero favorecen el poder de los empleadores sobre los empleados, según Dan Cornfield, de sociología, ciencias políticas y profesor de estudios estadounidenses de la Universidad de Vanderbilt. Dice que los trabajadores estadounidenses volverán a la oficina si están “suficientemente desesperados”.
Las preferencias de los empleados son claras: quieren trabajar desde casa. Una reciente encuesta de McKinsey reveló que el 58% de los estadounidenses tiene la oportunidad de trabajar de forma remota al menos un día a la semana, y el 35% puede hacerlo todos los días. Entre los que tienen la oportunidad de trabajar desde casa, el 87% la aprovecha. Mientras tanto, un acuerdo de trabajo flexible es uno de los tres principales alicientes para encontrar un nuevo trabajo.
Llegó para quedarse
Existe el argumento de que el trabajo remoto está demasiado arraigado en las expectativas de los empleados, especialmente para la generación Z, como para ser eliminado por una recesión.
“No esperamos que se reduzca la cantidad de flexibilidad que proporcionan los receptores”, dijo Lauren Mason, directora sénior de la práctica de consultoría de recursos humanos de Mercer.
Dar flexibilidad a los empleados suele ser gratis para los empleados y podría ahorrarles dinero en espacio de oficina si terminan sus contratos de alquiler, afirmó Mason. Incluso si se obliga a realizar algún tipo de trabajo presencial, exigir un regreso completo de cinco días no tiene sentido, dijo Nick Bloom, profesor de economía de la Universidad de Stanford.
“Aquí es donde surgen los verdaderos problemas, con tasas de cumplimiento al 50% inferiores y poco o ningún beneficio”, dijo.
Trabajadores jóvenes
Forzar el trabajo presencial también se considera una forma rápida de alienar a los trabajadores más jóvenes. Estos empleados valoran más el equilibrio entre la vida laboral y personal que las generaciones pasadas y no les gustan los lugares de trabajo jerárquicos, según Cornfield. Los que no tienen hijos ni grandes responsabilidades económicas pueden simplemente retirarse en lugar de volver a la oficina.
Más del 70% de los trabajadores de entre 18 y 24 años dicen que considerarían la posibilidad de buscar otro trabajo si su empleador insistiera en que volvieran a la oficina a tiempo completo, según un informe reciente del instituto de investigación ADP.
El alcance de la vuelta a la oficina probablemente de la gravedad de la recesión, según Jay Zigmont, fundador del servicio de asesoría financiera Live, Learn, Plan. En este momento, las oportunidades de trabajo abiertas están dando confianza a los trabajadores para buscar nuevas funciones si no están satisfechos con los protocolos de su empresa.
“Mientras esa sea la actitud, no creo que los puedan hacer que la gente vuelva”, dijo.