El secretario general de la ONU, António Guterres, alertó que el mundo se está quedando sin tiempo para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las grandes metas contra la pobreza y en favor del medio ambiente que todos los países se han fijado para el año 2030.
“Nuestro mundo está en graves problemas y también lo están los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, aseguró en la apertura del segmento ministerial del foro en el que cada año Naciones Unidas pasa revista a la llamada Agenda 2030.
Sin embargo, recalcó que sigue habiendo “esperanza” siempre que se tomen acciones inmediatas para acabar con las guerras, impulsar las energías renovables, dedicar más recursos a la gente y reequilibrar el sistema internacional para que los países con menos recursos puedan invertir en su desarrollo.
“Unámonos desde hoy, con ambición, decisión y solidaridad para rescatar los ODS antes de que sea demasiado tarde”, pidió Guterres a los representantes de los 193 Estados miembros de la organización.
Según el último análisis de Naciones Unidas, el mundo está cada vez más lejos de poder cumplir con esas metas a causa de factores como el COVID-19, la falta de avances contra el cambio climático y la guerra en Ucrania.
Como ya ocurrió en el 2020 tras el estallido de la pandemia, el pasado año el mundo no logró progresar, sino que dio marcha atrás a algunos de los avances de los años anteriores, en buena medida por la casi nula recuperación económica que se registró en países pobres.
Los países de todo el mundo se reúnen estos días en la sede de la ONU para analizar la situación y discutir posibles soluciones tanto a corto como a más largo plazo.
Guterres avisó que los efectos de la invasión rusa de Ucrania están golpeando la frágil y desigual recuperación de la pandemia, mientras que la crisis climática sigue avanzando.
“Unos 94 países, que albergan a 1,600 millones de personas, se enfrentan a una tormenta perfecta: aumentos dramáticos del precio de los alimentos y la energía y falta de acceso a financiación”, señaló.
Ello está creando el riesgo de “múltiples hambrunas” este año y de un panorama para el 2023 que puede ser aún peor, subrayó el diplomático portugués.
La ONU sigue trabajando en posibles acuerdos para lograr que las exportaciones alimentarias y de fertilizantes de Ucrania y Rusia vuelvan a los mercados internacionales, pues son clave especialmente para algunos de los países más vulnerables.
Guterres, una vez más, reclamó en paralelo una reforma de los sistemas financieros globales para asegurar que las naciones menos desarrolladas puedan recuperarse de la crisis e invertir en políticas de desarrollo.
En el plano climático, el jefe de Naciones Unidas insistió en la urgencia de reducir rápidamente las emisiones, pues con los compromisos actuales para el 2030 se incrementarían en un 14% con respecto al 2010, frente a la reducción del 45% que sería necesaria para cumplir con los objetivos.
“Esto es un suicidio colectivo. Tenemos que cambiar de rumbo. Terminar con la adicción global a los combustibles fósiles a través de una revolución de la energía renovable es la prioridad número uno”, señaló.