El papa Francisco reapareció este domingo ante los fieles en la plaza de San Pedro del Vaticano, luego de haber permanecido en reposo en la Casa Santa Marta, donde ha estado siguiendo un tratamiento médico. Su presencia se dio en el marco de la misa por el Jubileo de los Enfermos, celebrada en una jornada soleada de primavera.
Según informó la Santa Sede, antes de su reaparición pública, el pontífice se confesó en la basílica de San Pedro, oró y cruzó la Puerta Santa del Jubileo. Aunque no se dirigió extensamente al público ni realizó un recorrido completo por la plaza, sí se acercó brevemente a un grupo de fieles, cumpliendo con las recomendaciones médicas de mantener la prudencia y el reposo.
Durante las últimas semanas, las eucaristías han sido presididas por clérigos y cardenales en representación del papa. En esta ocasión, la misa fue encabezada por el arzobispo italiano Rino Fisichella, quien leyó un texto preparado por Francisco, centrado en la inclusión de personas enfermas o en situación de fragilidad.
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En el mensaje, el papa relató su experiencia con la enfermedad y señaló que se trata de una situación que implica dependencia de otros y necesidad de apoyo. Indicó que, aunque no siempre es una experiencia fácil, permite aprender a recibir y brindar afecto.
El papa Francisco calificó la enfermedad como una de las pruebas más difíciles de la vida, y mencionó que el hospital o el lecho del enfermo pueden ser espacios en los que se perciba la presencia de Dios. También citó al papa emérito Benedicto XVI, fallecido en diciembre de 2022, recordando un pasaje de su encíclica Spe Salvi (2007) sobre la relación de la humanidad con el sufrimiento.
Luego de la misa, el papa apareció brevemente ante los asistentes. Durante su intervención, se percibió el sonido del equipo de oxígeno a través del micrófono. Posteriormente, una mujer leyó un mensaje en su nombre, en el que saludó a los participantes del Jubileo de los Enfermos y agradeció las oraciones por su salud.
La Santa Sede también publicó el texto preparado por el papa para el rezo del Ángelus, el cual no pudo pronunciar desde la ventana del Palacio Apostólico debido a su estado de salud. En dicho mensaje, Francisco expresó su preocupación por las condiciones laborales del personal sanitario y pidió una mejora en los servicios de salud a nivel global. Señaló que los trabajadores del sector no siempre cuentan con condiciones adecuadas para desempeñar su labor y, en algunos casos, son objeto de agresiones.
Finalmente, instó a que se destinen los recursos necesarios para fortalecer la atención médica y la investigación, con el objetivo de que los sistemas de salud sean inclusivos y atiendan a las poblaciones más vulnerables.
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