Alemania está oficialmente en recesión en el primer trimestre del 2020, con un retroceso de 2.2% de su Producto Bruto Interno (PBI) provocado por la pandemia del coronavirus, que causará un hundimiento aún mayor en esta primavera boreal.
La economía alemana ha registrado dos trimestres consecutivos con retroceso del PBI. El instituto federal de estadísticas Destatis estima que en el cuarto trimestre del 2019, el PBI alemán se situó en -0.1%.
La economía alemana registra “sus peores resultados desde la crisis económica” del 2008/2009 y “su segundo peor resultado desde la reunificación” en 1990, según Destatis, que publicó estas cifras.
Las medidas para contener la pandemia comenzaron en la primera economía de la zona euro a principios de marzo, lo que hace prever unos resultados del segundo trimestre aún más negativos.
“Ahora sabemos oficialmente lo que cuesta un confinamiento: en torno a 1%-2% (del PBI) por semana”, comentó Jens-Oliver Niklash, economista de LBBW.
“Y es solo el principio”, resumió el economista Carsten Brzeski, del banco ING, que también auguró un segundo trimestre nefasto.
Para el segundo trimestre de este año, los expertos estiman que el PBI alemán podría retroceder 10% en ritmo anual, algo nunca visto en 50 años.
Y en ritmo anual, el PBI retrocedió en los tres primeros meses del año 2.3%, según los datos corregidos, es decir, se trata del hundimiento más grave desde el segundo trimestre del 2009, en el momento más fuerte de la crisis financiera.
Un impacto complejo
Al igual que la mayoría de países europeos, la economía alemana sufrió un impacto fuerte y complejo debido a la pandemia. El confinamiento paralizó a numerosos sectores, minimizó los intercambios comerciales y redujo el consumo.
Para el conjunto del 2020, la caída se situará en 6.3%, según cálculos del gobierno, es decir, el peor resultado desde 1970.
La industria exportadora, pilar del modelo económico alemán, sufre especialmente tras haber sido ya golpeada en el 2019 por las tensiones comerciales y las preocupaciones derivadas del Brexit.
En marzo, la producción industrial cayó 9.2% en un mes, algo nunca visto desde 1991, según Destatis.
El sector automotor está devastado; las matriculaciones de vehículos se derrumbaron en marzo en 37.7% en cifras anuales. En abril, Alemania produjo un 97% menos de automóviles que hace un año.
También sufren los conglomerados industriales, pues Thyssenkrupp y Siemens padecen una caída de la demanda de numerosos sectores de clientes.
La compañía aérea alemana Lufthansa pierde actualmente un millón de euros “por hora” debido a la caída del tráfico aéreo, mientras el líder mundial del turismo TUI se dispone a suprimir 8,000 empleos.
Acelerar la recuperación
Con la reapertura en mayo de tiendas y lugares públicos, el objetivo es ahora acelerar la recuperación económica. Berlín cree que ello ocurrirá en el 2021, con un crecimiento esperado de 5.2%, y espera retornar en el 2022 a los niveles de producción del 2019.
“Alemania saldrá de la crisis más rápida y eficazmente que los demás países” ya que ha gastado “más dinero para salvar su economía” y ha sido “menos afectada” por el virus, auguró Brzeski.
Para afrontar la crisis, Berlín renunció al rigor presupuestario y adoptó un ambicioso plan de garantías públicas de préstamos y ayudas directas a las empresas, de un volumen total de 1.1 billón de euros (US$ 1.2 billones).