La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, sostuvo que una prohibición europea sobre las importaciones de petróleo y gas rusos podría tener consecuencias económicas no deseadas.
Para Yellen tal prohibición en última instancia podría causar más daño que bien: “Europa claramente necesita reducir su dependencia de Rusia con respecto a la energía. Pero debemos tener cuidado cuando pensamos en una prohibición europea completa de, digamos, las importaciones de petróleo”, dijo.
Las declaraciones tuvieron lugar tras una reunión con el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, y el ministro de Finanzas, Sergiy Marchenko, en Washington.
Una prohibición de importación de las materias energéticas rusas en la Unión Europea (UE) elevaría los precios mundiales del petróleo y “contrariamente a la intuición, en realidad podría tener un impacto negativo muy pequeño en Rusia, porque aunque Rusia podría exportar menos, el precio que obtiene por sus exportaciones aumentaría”.
Los principales países europeos, incluida Alemania, se han enfrentado a llamados para dejar de comprar energía a Rusia y privarle así de ingresos en represalia por su invasión de Ucrania, que ha provocado la huida de más de cinco millones de personas desde el territorio vecino.
Sobre una eventual decisión de prohibir la importación, Yellen aseguró que “si pudiéramos encontrar una manera de hacerlo sin dañar a todo el mundo a través de precios de energía más altos, eso sería ideal”.
Estados Unidos ya prohibió las compras de petróleo ruso, como parte de una serie de sanciones económicas anunciadas contra Moscú, muchas de las cuales han sido seguidas por algunas naciones de Europa y sus aliados en otras partes.