Más de un tercio de los estadounidenses apuntaron a dificultades para pagar las cuentas en la última encuesta de hogares de la Oficina del Censo de Estados Unidos, lo que evidencia cuánto ha afectado a los presupuestos el alza de los precios al consumidor.
La proporción de encuestados que dicen que ha sido algo o muy difícil pagar los gastos domésticos habituales ahora está cerca de su máximo del 2020, en el peor momento de la pandemia del COVID-19.
En ciudades como Los Ángeles y Miami, más de 4 de cada 10 hogares reportaron tener dificultades financieras, según la encuesta del pulso de los hogares para el período del 27 de abril al 9 de mayo.
La Oficina del Censo creó la encuesta semanal al comienzo de la pandemia para recopilar datos en tiempo real sobre cómo el COVID ha afectado la vida de las personas.
Como en muchas otras partes del mundo, la inflación ha subido a sus niveles más altos en décadas en los últimos meses, lo que encarece todo, desde la gasolina hasta el pollo, los huevos, la leche y el alojamiento. Los salarios no han aumentado al mismo ritmo.
La encuesta muestra un fuerte aumento en el estrés financiero en muchas de las áreas metropolitanas más grandes del país. En Dallas, por ejemplo, la proporción de encuestados que tienen dificultades para pagar las cuentas aumentó a un 37% frente a un 23% en agosto pasado.
Las dificultades de los hogares probablemente empeorarán en las próximas semanas ya que los precios de los alimentos siguen subiendo, las tasas de interés aumentan y la economía está va camino a desacelerarse.
Las mayores cuentas de energía también pesan mucho sobre muchas familias y es probable que empeoren en el verano, cuando gran parte del país necesita aire acondicionado para hacer frente a las altas temperaturas.
En la última encuesta, más de una cuarta parte de los hogares en Los Ángeles dijeron que no pudieron pagar una cuenta de energía en su totalidad durante el año pasado. En Miami, esa proporción el 20%.