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Desde el océano hasta las montañas, el trabajo remoto impulsó un auge sin precedentes para las casas de vacaciones en Estados Unidos.
Las ventas de estas propiedades se dispararon un 16% en 2020, casi el triple del aumento de todas las viviendas existentes, que fue del 5,6%, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Los compradores que buscaban un lugar de descanso inundaron el mercado durante el segundo semestre del año pasado, después de que se levantaron las restricciones impuesta por el COVID-19. Los habitantes de las ciudades que buscaban más espacio acudieron en masa a las montañas de Aspen, Colorado, a las playas de Miami y a puntos intermedios.
En los condados de casas de vacaciones, el precio medio de venta de una propiedad existente aumentó un 14%, en comparación con el aumento del 10% en otros condados, dijo el grupo de agentes inmobiliarios el martes en un informe.
Dado que muchas empresas aún ofrecen a los empleados la opción de trabajar de forma remota, “la vivienda de vacaciones y las segundas residencias seguirán siendo una opción popular entre los compradores”, dijo Lawrence Yun, economista jefe del grupo.
No obstante, más empleados están regresando a la oficina, una tendencia que puede ayudar a desacelerar la demanda de casas de vacaciones. Un análisis de Redfin Corp. mostró que, si bien las compras del mes pasado se elevaron con respecto a las tasas del año anterior, se habían enfriado desde los frenéticos niveles observados anteriormente en la pandemia.