Al Congreso de Estados Unidos le quedan apenas dos días antes de que el gobierno federal comience a cerrar muchas de sus operaciones, a menos que los demócratas logren aprobar un proyecto de ley que proporcione nuevos fondos para el año fiscal que comienza el viernes.
Se espera que los líderes demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado presenten un proyecto de ley de financiamiento temporal, posiblemente extendido hasta el 3 de diciembre, para que sea votado este miércoles, con la esperanza de que los republicanos lo apoyen.
La aprobación del plan evitaría una crisis para los demócratas del presidente Joe Biden, que hicieron campaña sobre una plataforma de gobierno responsable tras los turbulentos cuatro años en el cargo del republicano Donald Trump.
No obstante, hay más riesgos por delante, ya que los demócratas progresistas de la Cámara de Representantes prometen votar en contra de un proyecto de ley de infraestructuras por US$ 1 billón que se presentará en la mesa el jueves, en medio de luchas intestinas dentro del partidos por un proyecto de ley de gasto social mucho más grande.
Detrás de todo se vislumbra la amenaza de que el gobierno federal alcance su techo de deuda de US$ 28.4 billones alrededor del 18 de octubre, un evento que podría causar un incumplimiento histórico.
Con una agenda tan abrumadora en juego, Biden canceló un viaje el miércoles a Chicago para poder liderar las negociaciones con el Congreso, dijo la Casa Blanca.
La Cámara y el Senado podrían votar un proyecto de ley por separado que levante temporalmente el límite de la deuda, aunque está sujeto a una amarga lucha partidista.
Los senadores republicanos se niegan a votarla y animan a los demócratas a actuar solos, mientras que el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, exigió la cooperación bipartidista en una medida para abordar las deudas acumuladas durante las administraciones demócratas y republicanas.
Eso dejó a los demócratas luchando por hallar una manera de aprobar un proyecto de ley y evitar un incumplimiento de la deuda federal que probablemente haría caer a los mercados financieros.
“Hay varias opciones, pero no se pueden presentar. Los demócratas no permitirán que el gobierno deje de pagar, incluso aunque los republicanos no voten a favor”, predijo el senador demócrata Tim Kaine.
El banco de inversión Goldman Sachs describió este mes el enfrentamiento como “el plazo límite de deuda más riesgoso en una década”.