Grupos de ladrones, algunos de ellos armados con barretas y martillos, rompieron vitrinas y aparadores, y saquearon tiendas de lujo en el área de la Bahía de San Francisco, llevándose joyas, gafas de sol, equipaje y demás mercancía en vehículos que los estaban esperando, durante un fin de semana de descarados robos organizados que dejaron conmocionados a los compradores navideños y desataron preocupaciones en torno a la agitada temporada de compras.
Se cree que los robos son parte de sofisticadas redes criminales que reclutan principalmente a jóvenes para robar mercancías en tiendas de todo el país, para después venderlas por internet. Los robos han ido en aumento a medida que se acerca la temporada de compras navideñas, aseguran expertos y autoridades.
“No hablamos de alguien que necesita dinero o comida. Estas son personas que hacen esto por una gran ganancia, y por las emociones”, comentó Ben Dugan, presidente de la Coalition of Law Enforcement and Retail.
Los robos del fin de semana comenzaron en San Francisco alrededor de las 8:00 de la noche del viernes, cuando varias personas irrumpieron en tiendas como Louis Vuitton, Burberry y Bloomingdale’s en el área del centro y en Union Square, un lujoso distrito comercial que es popular entre los turistas y el cual estaba repleto de compradores navideños.
Testigos publicaron en redes sociales videos de la caótica escena, en la que se ve a agentes de policía que sacan por la fuerza a un sospechoso de un vehículo que lo estaba esperando, mientras otras personas corrían con mercancía en sus brazos o arrastrando maletas.
Por lo general, estas turbas son organizadas por personas locales que reclutan a elementos y los envían a robar mercancía específica que fue solicitada por organizaciones delictivas de todo el país, dijo Dugan.
Las personas que llevan a cabo los atracos reciben entre US$ 500 y US$ 1,000 por robarse todo lo que puedan y llevarlo a los organizadores, quienes envían la mercancía a otras partes del país.
“Los jefes los organizan, les dan barretas y, en algunos casos, les alquilan vehículos o les proporcionan vías de escape o una lista de los productos que deben robar. Todo se ve muy caótico, pero en realidad está muy bien organizado”, comentó Dugan.
El gobernador de California, Gavin Newsom, señaló que su oficina se reunió durante el fin de semana con algunos de los comerciantes, quienes le solicitaron mayor presencia policial.
“Verán muchos más (patrullajes) a partir de hoy, en las zonas de mayor actividad y de cara a la temporada del Black Friday en los centros comerciales”, declaró el lunes durante un evento en San Francisco.
Aseguró que la Patrulla de Caminos de California redobló de inmediato sus patrullajes en las autopistas cercanas luego de los robos del fin de semana, y preguntaron a las autoridades locales cómo podían ayudar.
En julio, Newsom promulgó una ley que les permite a los fiscales presentar cargos a aquellos que trabajan con otras personas para robar mercancía. Dijo que el presupuesto estatal de este año incluyó millones de dólares para que las autoridades locales atendieran el robo a comercios minoristas y que su propuesta presupuestaria para enero incluirá un “incremento exponencial de apoyo para ayudar a ciudades y condados”.
“Van tres veces que se meten a mis negocios este año”, manifestó Newsom, quien posee dos tiendas de vinos en San Francisco. “No tengo ninguna empatía ni me agradan estos sujetos, deben rendir cuentas”.
Las tiendas minoristas pierden alrededor de US$ 65,000 millones cada año a causa de los robos organizados, la mayoría de los cuales son perpetrados por ladrones profesionales. Las turbas delictivas forman parte de una tendencia nacional cada vez mayor, señaló.
La semana pasada, 14 sospechosos entraron en una tienda Louis Vuitton en Oak Brook, un suburbio de Chicago, sacaron grandes bolsas de plástico de sus abrigos y las llenaron de ropa y otros artículos, robando más de US$ 120,000 en mercancía, dijo la policía.