Las empresas de Estados Unidos no tienen que preocuparse por los comicios del martes en Georgia. Es posible que los demócratas obtengan una mayoría en el Senado, después de que uno de sus candidatos haya ganado la segunda vuelta y el otro esté en cabeza en una contienda con un resultado muy reñido.
El estrecho margen daría más poder a los moderados del partido, como Joe Manchin, representante por Virginia Occidental, en temas como la energía verde y los impuestos, lo que podría contrarrestar el previsible aumento de los controles regulatorios sobre las empresas con los demócratas. El mundo empresarial de Estados Unidos podría evitar de esta forma el peor de los escenarios.
Un triunfo demócrata dejaría al partido sin margen de error. La victoria de Raphael Warnock y el eventual triunfo de Jon Ossoff dividirían el Senado en 50 escaños para cada formación, con la vicepresidenta electa Kamala Harris emitiendo el voto del desempate una vez que asuma el cargo. Eso le daría al partido una ventaja a la hora de confirmar los nombramientos presidenciales, aunque la mayoría de los planes políticos tendrán que superar el umbral de los 60 votos.
Uno de los planes más sonados afecta a la política fiscal. Biden quiere aumentar las tasas corporativas de 21% a 28% y aumentar los impuestos sobre la renta de los que ganan más de US$ 400,000. Este plan podría entrar en una consolidación presupuestaria, que requiere de la aprobación de una mayoría simple si la legislación no hace aumentar el déficit más allá del marco temporal de los presupuestos, que suele ser de 10 años. Así es como Donald Trump aprobó sus recortes de impuestos en el 2017.
Ahí es donde los moderados como Manchin jugarían un papel clave. Fue uno de los pocos demócratas a los que Trump presionó en su plan de recorte de impuestos, aunque el senador terminó oponiéndose, en parte por la preocupación de la creciente deuda del Estado.
Pero también ha expresado su preocupación por el aumento de los impuestos durante la crisis económica. Manchin también se ha opuesto a políticas progresistas como el Green New Deal, destinado a combatir el cambio climático, y el Medicare for All, un plan para dar mayor poder a la sanidad pública.
Biden podría, tal vez, impulsar un modesto plan de impuestos en el que las tasas no sean tan altas. Conseguir que el Senado apoye más normas medioambientales será difícil dado que Manchin es de un estado productor de carbón.
Un área donde las empresas tendrían más dificultades es en las comisiones del Senado. Tener poder significa que los demócratas controlan los grupos que supervisan Wall Street, Silicon Valley y la industria farmacéutica. Los casos de presidentes ejecutivos que son llamados al Congreso para audiencias probablemente aumentarían.
Aun así, las compañías probablemente esquivarían iniciativas progresistas como la fragmentación de grandes tecnológicas o la imposición de un solo sistema de salud dirigido por el Estado. Una eventual campaña en temas como la infraestructura también podría atraer a moderados republicanos como Susan Collins, del estado de Maine. Esto hace que un Senado controlado por los demócratas sea tolerable para los dirigentes empresariales de América.
Contexto
- Los demócratas ganaron el miércoles en Georgia una reñida contienda por un escaño en el Senado de Estados Unidos y llevaban ventaja en el segundo puesto en juego, acercándose al control de la cámara, lo que, a su vez, podría facilitar las iniciativas políticas del presidente electo Joe Biden cuando asuma el cargo este mes.
- El aspirante demócrata Raphael Warnock venció a la actual senadora republicana Kelly Loeffler, según proyectaron las cadenas de televisión y Edison Research. Por otro lado, el demócrata Jon Ossoff mantenía una estrecha ventaja sobre el republicano David Perdue en la otra de las dos contiendas, con un resultado final que no se espera hasta la tarde del miércoles.
- Con un 98% del voto escrutado, Warnock aventajaba a Loeffler por 1.2 puntos porcentuales, unos 50,000 votos, mientras que Ossoff aventajaba a Perdue por más de 12,000 votos, según Edison Research.
- Los demócratas deben ganar ambas contiendas para tomar el control del Senado. Una doble victoria demócrata dividiría el Senado 50-50, con el voto de desempate en manos de la vicepresidenta electa Kamala Harris cuando ella y Biden asuman el cargo el 20 de enero. El partido ya cuenta con una reducida mayoría en la Cámara de Representantes.