En la reunión de junio, los funcionarios de la Reserva Federal se mostraron menos unidos de lo que sugería su decisión unánime, ya que algunos se inclinaron por aumentar las tasas de interés, pero estuvieron de acuerdo con la decisión de mantener la política sin cambios.
“Casi todos los participantes consideraron apropiado o aceptable mantener el rango objetivo de la tasa de fondos federales entre el 5% y el 5.25%”, según las minutas de la reunión del 13 y 14 de junio. “Algunos participantes indicaron que estaban a favor de elevar el rango objetivo para la tasa de fondos federales 25 puntos básicos en esta reunión o que podrían haber apoyado tal propuesta”.
Los funcionarios que apoyaron un aumento mencionaron la rigidez de los mercados laborales y las relativamente escasas señales de que la inflación se estuviera desacelerando hacia la meta del 2%.
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Las minutas arrojan luz sobre lo difícil que fue para los responsables de la política monetaria tomar la decisión. Aunque mantuvieron las tasas de interés sin cambios, casi todos los funcionarios afirmaron que probablemente serían apropiadas alzas adicionales, y la mayoría hizo hincapié en que las comunicaciones posteriores a la reunión serían esenciales para transmitir ese mensaje.
La publicación ofrece más claridad a los observadores de la Reserva Federal, que se quedaron perplejos ante la decisión de mantener las tasas en un rango objetivo del 5% al 5.25%, al tiempo que pronosticaban nuevos aumentos este mismo año.
Ritmo más lento
La decisión de la Fed del mes pasado fue la última desaceleración de su política monetaria después de que el año pasado los funcionarios elevaran las tasas al ritmo más rápido en cuatro décadas, incluidas cuatro alzas consecutivas de 75 puntos básicos. Comenzaron a reducir el ritmo en diciembre, con aumentos de un cuarto de punto en cada una de las tres primeras reuniones de este año.
Justo antes de la publicación de las minutas, los mercados anticipaban una probabilidad de aproximadamente el 80% de un aumento de 25 puntos básicos este mes y no preveían un incremento adicional durante el año, según los datos de los futuros de fondos federales en Bloomberg.
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Las autoridades han dicho que el rápido aumento de las tasas de interés desde principios de 2022 les da margen para evaluar cómo está afectando a la economía el endurecimiento. También están atentos a las señales de repercusiones económicas derivadas de la turbulencia del sector bancario en marzo.
La reunión dejó a algunos observadores e inversionistas de la Fed confundidos acerca de la dirección del banco central, pero en varias apariciones públicas desde entonces, el presidente de la entidad, Jerome Powell, ha enfatizado que la mayoría de sus colegas en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) apoya más aumentos de tasas.
Comentarios de Powell
“Una amplia mayoría de los participantes en el comité espera que sea apropiado subir las tasas de interés dos o más veces a finales de año”, dijo Powell en una conferencia en Madrid organizada por el Banco de España la semana pasada. “Las presiones inflacionarias siguen siendo elevadas, y el proceso de volver a situar la inflación en el 2% tiene un largo camino por recorrer”.
Mientras que la lectura general del índice de gastos de consumo personal —el indicador preferido de la Reserva Federal para medir las variaciones de los precios— descendió en mayo, la medida subyacente sugiere que la inflación básica podría estar estancándose. El PCE excluidos alimentos y energía aumentó un 4.6% anual en mayo y apenas ha variado desde diciembre.
Ha comenzado a formarse una bifurcación entre los funcionarios que estaban casi unánimes el año pasado, durante la fase inicial del ciclo de endurecimiento. Algunos sostienen ahora que el enfriamiento de los índices de precios generales muestra que la desinflación se está afianzando, mientras que otros afirman que la escasa variación de los indicadores básicos refleja desequilibrios profundamente arraigados que deben corregirse.
La mayoría de los funcionarios han apuntado a la resistencia de la economía estadounidense como una característica global positiva que hasta ahora ha mantenido a raya una recesión, pero algunos elementos de la misma —como la persistente fortaleza del mercado laboral— también han generado preocupación sobre cuánto tiempo se tardará en reducir la inflación hasta el objetivo del 2% de la Reserva Federal.
Proyección de recesión
Las proyecciones económicas elaboradas por los expertos para la reunión de junio seguían partiendo del supuesto de que los efectos de la restricción adicional prevista de las condiciones de crédito bancario, en medio de unas condiciones financieras ya de por sí restrictivas, darían lugar a una recesión leve a partir de finales de este año, seguida de una recuperación a ritmo moderado.
“Sin embargo, dada la fortaleza de las condiciones del mercado laboral y la resistencia del gasto de los consumidores, los funcionarios consideraron que la posibilidad de que la economía siga creciendo lentamente y evite una recesión era casi tan probable como la hipótesis de una recesión moderada”, según las minutas.
Los funcionarios recibirán dos informes económicos clave antes de la reunión del FOMC del 25 y 26 de julio: el informe de empleo de junio, este viernes, y las lecturas sobre los precios al consumidor del mismo mes, el 12 de julio.
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