El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha recurrido una vez más a las reservas de petróleo del país para tratar de contener el aumento en los precios de la energía.
El jueves, la Casa Blanca informó que Biden ordenó la puesta en circulación de un millón de barriles de petróleo de la reserva estratégica cada día durante los próximos seis meses.
Además, Biden pedirá al Congreso que imponga sanciones financieras a las empresas petroleras y de gas que tienen concesiones de explotación en tierras públicas pero que no producen energía.
De esta forma, el gobierno espera que el uso de la reserva de petróleo permita ganar tiempo y reducir los precios de la gasolina hasta que los productores nacionales puedan aumentar la producción.
De hecho, los precios mundiales del petróleo estaban subiendo incluso antes de que Rusia invadiera Ucrania en febrero.
Cuando Biden anunció que prohibiría las importaciones de petróleo ruso a principios de marzo, reconoció que esta medida tendría un costo para los consumidores estadounidenses.
Se trata de la tercera vez que Biden recurre a la reserva estratégica de petróleo en poco más de cuatro meses.
En noviembre, ordenó la liberación de 50 millones de barriles de petróleo. Luego, en el discurso anual del Estado de la Unión en marzo, anunció otros 30 millones de barriles como parte de un esfuerzo multinacional para aumentar el suministro de crudo.
Recurrir a la reserva es una de las pocas cosas que un presidente puede hacer por sí solo para intentar controlar la inflación, que empobrece a los estadounidenses y suele crear un lastre político para el partido que controla la Casa Blanca.
Este es un vistazo a lo que implica:
¿Qué es la reserva de petróleo?
La Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos es un conjunto de cavernas subterráneas de sal en Texas y Luisiana que puede albergar más de 700 millones de barriles de petróleo, aunque actualmente no está a toda su capacidad.
Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, la reserva contaba con unos 568 millones de barriles la semana pasada, y con más de 650 millones de barriles de mediados del 2021.
Esta reserva se creó tras el embargo petrolero árabe de la década de 1970 para que Estados Unidos tuviera un suministro que pudiera utilizar en caso de emergencia.
¿Para qué se utiliza?
Aunque actualmente Estados Unidos exporta más petróleo del que importa, la reserva se mantiene y se ha utilizado por diversas razones, desde compensar el impacto de los huracanes y los cierres de canales de navegación hasta recaudar dinero destinado a reducir el déficit.
En 1991, el presidente George H.W. Bush autorizó el uso de casi 34 millones de barriles de la reserva durante la Guerra del Golfo, aunque sólo se utilizaron 17 millones de barriles. En el 2011, el presidente Barack Obama aprobó la liberación de 30 millones de barriles para compensar el desabastecimiento de Libia.
¿Cómo sacan el petróleo?
Como el petróleo es más ligero que el agua, se bombea agua a las cavernas de sal, lo que hace que el crudo flote hacia la superficie, y ahí se captura para enviarlo por oleoductos a las refinerías.
¿Por qué Biden recurre a la reserva?
Por la oferta y la demanda. Biden espera que al circular más petróleo en el mercado, los precios bajen. En noviembre, cuando anunció la utilización de la reserva, los precios bajaron durante casi dos semanas, pero luego volvieron a subir. El crudo estadounidense ha subido casi 40% este año y se ha vuelto aún más volátil en el último mes.
La posibilidad de que funcione esta última medida de Biden dependerá de varios factores. Un factor a tener en cuenta es que, aunque un millón de barriles al día es una cantidad enorme de petróleo, Estados Unidos utilizó casi 20 millones de barriles por día el año pasado, y el consumo mundial superó los 97 millones de barriles diarios.
¿Bajará el precio de la gasolina?
Lo que la mayoría quiere saber es qué va a pasar en las gasolineras. Existen muchos factores que influyen en el precio de la gasolina. Las refinerías compran el crudo por adelantado, por lo que podrían seguir trabajando con petróleo más caro. También influyen los impuestos que aplica cada estado a los consumidores.
El jueves, el precio promedio nacional del galón de gasolina regular era de más de US$ 4.22 (US$ 1.11 por litro), lo que supone un descenso de unos 10 centavos por galón con respecto al máximo alcanzado a principios de marzo, según el club automovilístico AAA.
El promedio sigue siendo inferior a US$ 4 por galón en muchos estados del centro del país, pero es más alto en el noreste y más elevado en el oeste. En California, el precio del galón asciende a US$ 5.90 (US$ 1.55 por litro).
Incluso si esos precios no bajan, Biden puede argumentar que al recurrir a la reserva intentó ayudar.
¿Quién sale más perjudicado?
Los precios de la gasolina son regresivos; es decir, las personas con menos ingresos tienden a gastar un porcentaje mayor de su dinero en gasolina que los estadounidenses acomodados, por lo que los aumentos perjudican a los consumidores más sensibles a los precios.
Según Kevin Book, director general de Clearview Energy Partners, puede ser que esos consumidores no aparezcan en las mediciones de la economía del país, “pero sí en el recuento de votos... si nos centramos en eso, es de lo que realmente se trata”.
¿Por qué es importante el petróleo?
El futuro del petróleo y del gas en Estados Unidos es un tema político álgido y una fuente de tensión, sobre todo cuando las empresas y los organismos gubernamentales se enfrentan al cambio climático y a la transición hacia fuentes de energía más limpias.
Por un lado, la industria estadounidense del petróleo y el gas fue elogiada por algunos líderes políticos por crear independencia en el sector energético. En el pasado, Estados Unidos dependía en gran medida de las importaciones, pero ahora otras naciones dependen de Estados Unidos para obtener petróleo.
También es un generador de empleo: La industria del petróleo y el gas emplea a más de 10 millones de personas en Estados Unidos y contribuye en un 8% al producto interno bruto del país, según el Instituto Americano del Petróleo (API por sus siglas en inglés).
El aumento de los precios beneficia a las empresas que suministran petróleo, pero a los consumidores no les gusta que esos precios más altos se reflejen en las gasolineras.
El API ha afirmado anteriormente que cualquier liberación de petróleo de la reserva estratégica debe ir acompañada de medidas políticas que fomenten una mayor producción de energía en Estados Unidos. Esto contraviene la promesa de Biden de reducir la dependencia en los combustibles fósiles que contribuyen al cambio climático.