Los directivos de las seis mayores petroleras de Estados Unidos, incluidas Chevron, ExxonMobil y Shell, rechazaron las acusaciones de que están usando la guerra en Ucrania para inflar los precios y aseguraron que es el mercado el que los fija.
“Ninguna compañía fija el precio del petróleo o de la gasolina”, dijo el presidente y consejero delegado de ExxonMobil, Darren Woods, en un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El jefe de ExxonMobil, la mayor petrolera de Estados Unidos, afirmó que “el mercado establece el precio basándose en la oferta disponible y la demanda para esa oferta” y argumentó que la carestía es el resultado de una falta de oferta en el mercado por la guerra en Ucrania.
Como Woods, la presidenta de Shell USA, Gretchen Watkins, defendió que su empresa no está aprovechándose de la guerra en Ucrania para incrementar sus beneficios, sino respondiendo a una subida de precios de una materia prima -el petróleo- con la que se elabora gasolina, diésel y otros derivados.
“El petróleo es un bien global, Shell no fija ni controla el precio del crudo, de la misma forma que Shell no controla el precio que pagan los consumidores”, se defendió Watkins.
De manera similar se posicionaron los otros cuatro presidentes de las grandes petroleras que operan en el país: David Lawler, de BP America; Michael Wirth, de Chevron; Richard Muncrief, de Devon Energy, y Scott Sheffield, de Natural Resources Company.
Todos los directivos tuvieron que enfrentarse a las constantes preguntas de los demócratas del subcomité que, en algunos casos, llegaron a acusarlos de estar aprovechándose de los altos precios del crudo por la invasión rusa para aumentar sus beneficios.