Pese a la presión de Estados Unidos, el gigante chino de las telecomunicaciones Huawei avanza en sus ambiciosos proyectos, como la ampliación de su campus para formar a sus empleados, cada vez más numerosos.
Estados Unidos está intentando desde hace 18 meses bloquear el suministro de semiconductores a esta compañía, que considera un riesgo para la seguridad.
Pero aunque los responsables de Huawei hablan de “crisis” desde sus enormes campus situados en la ciudad de Shenzhen, la capital del sur de China, las ambiciones de la compañía no paran de crecer.
La nueva presión de Estados Unidos “provocó naturalmente cierta preocupación”, reconoce el subdirector de la universidad Huawei, Ryan Liu.
“Pero he trabajado para Huawei durante muchos años y confiamos en que la compañía nos guiará por el camino correcto”, afirma.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos dijo el viernes que estaba redoblando esfuerzos para impedir que Huawei tenga acceso a los semiconductores, claves para sus productos y cuya ausencia pondría en juego su “supervivencia”, según el gigante chino.
“Si se sigue el espíritu del dictamen tendría un gran impacto en Huawei”, dice Kelsey Broderick, una analista de la consultora Eurasia Group, que califica de “baja” la posibilidad de que el grupo obtenga semiconductores propios.
Mientras tanto, en Shenzhen, donde hay la sede de varias grandes tecnológicas chinas, los proyectos de Huawei avanzan.
La compañía pasó de 180,000 a 194,000 empleados y en el 2019 creció un 19% en sus negocios globales pese a la presión.
Es el caso de la expansión del “pueblo europeo”, un complejo donde viven 25,000 empleados, situado junto a un lago, y que tiene una red de trenes propios con paradas con nombres como “París”, “Boloña” o “Heidelberg”, todas ellas con arquitectura que recuerda a esas ciudades.
De momento existen once zonas temáticas de este tipo y se está construyendo otra.
Por su parte la universidad Huawei se trasladará en agosto a un lugar más nuevo y más grande, también de estilo “europeo”.
Washington teme que el gobierno chino use la red de telecomunicaciones de Huawei en todo el mundo para espiar o hacer cibersabotaje.
La compañía debería convertirse en líder mundial de la tecnología de internet móvil 5G y Washington está intentando convencer a otros países que renuncien a su material por cuestiones de seguridad.
El actual presidente de Huawei, Guo Ping, dijo esta semana que Estados Unidos actúa en realidad por miedo a perder la hegemonía tecnológica ante las compañías chinas.
Estados Unidos ya logró que Huawei no tenga acceso al sistema operativo Android de Google para sus teléfonos móviles, una decisión que llevó a la compañía a crear su propio sistema, llamado HarmonyOS.
En este sentido, el bloqueo al acceso a los semiconductores podría potenciar el papel de HiSilicon, una filial de Huawei en este sector.
“Este desafío creará un sentido de crisis más profundo pero nuestra respuesta es hacer bien nuestro trabajo y confiar en que trabajar duro valdrá la pena”, dijo Liu.
La universidad Huawei tuvo que cerrar sus 40 aulas físicas en enero a causa del coronavirus.
Pero las clases en internet siguieron para sus empleados en China, África, Europa y otros lugares y en mayo ya vuelven a ser presenciales, dijo Liu.
Las clases abordan cuestiones como la administración o la alta tecnología y también se organizan cursos de dos semanas para los nuevos empleados sobre la cultura corporativa y sobre como soportar la presión.