La propagación de la variante delta del coronavirus y el inicio del año escolar han aumentado drásticamente los riesgos que enfrentan los niños durante la pandemia, señaló un grupo de pediatras en documentos judiciales entregados en la demanda federal contra la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds.
La Academia Estadounidense de Pediatría (APP por sus siglas en inglés) y su delegación en Iowa presentaron un escrito el martes ante el juez del tribunal federal que está considerando la demanda entablada la semana pasada por 11 padres de niños del estado y el grupo defensor de discapacitados The Arc of Iowa.
La demanda pretende anular una medida que Reynolds promulgó en mayo que prohíbe que las juntas escolares implementen órdenes de uso de mascarillas en las escuelas.
La APP señaló en el documento presentado ante la corte que su revisión de las investigaciones y las experiencias de los pediatras de primera línea “demuestran más allá de cualquier duda que las políticas de uso universal de mascarillas en las escuelas reducen significativamente la propagación del COVID-19 en las poblaciones escolares”.
El grupo dijo que la prevalencia del COVID-19 en niños ha aumentado drásticamente desde que empezó el año escolar, y alrededor de 20% de todos los casos en niños desde el inicio de la pandemia fueron diagnosticados entre el 13 de agosto y el 16 de setiembre.
“Este repunte parece deberse a dos factores principales: La reanudación de clases presenciales (particularmente en lugares que no usan mascarillas) y el surgimiento de la variante delta, que es más del doble de contagiosa que las variantes anteriores”, señaló la AAP en el documento.
Hasta el 16 de setiembre se habían reportado más de 5.5 millones de casos de COVID-19 en niños en Estados Unidos, de acuerdo con el documento, lo que supone más del 15% del total de casos del país. Iowa ha registrado más de 56,000 infecciones en niños, añade el grupo.
El testimonio pone en tela de juicio la oposición de Reynolds a las órdenes de uso de mascarillas. La gobernadora ha cuestionado la efectividad de los cubrebocas de tela en las escuelas y ha insinuado que podrían ser dañinos, y ha dicho que los padres deberían ser los que decidan si los niños portan o no una mascarilla.
La AAP dijo que las afirmaciones del estado acerca de que las mascarillas son dañinas para la función respiratoria, para las habilidades sociales o lingüísticas de los niños, o para los menores con ansiedad, carecen de toda base científica.