Los Papeles de Pandora revelaron la manera en que los ricos y poderosos usaron paraísos fiscales para ocultar sus fortunas, no solo en otros países sino también en Estados Unidos.
La publicación de los llamados Papeles de Pandora por parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación ha arrojado luz sobre los tratos financieros de la élite y los corruptos y cómo han utilizado cuentas extraterritoriales y paraísos fiscales para proteger billones de dólares en activos.
Junto con los conocidos paraísos offshore, el informe también reveló cuentas secretas en fideicomisos repartidos por todo Estados Unidos.
Entre las cuentas sospechosas detalladas por el Consorcio Internacional de Periodistas Investigativos se mencionan 81 en Dakota del Sur, 37 en Florida y 35 en Florida.
Entre los supuestos dueños de dichas cuentas se encuentran el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso, familiares de Carlos Morales Troncoso, empresario azucarero y ex vicepresidente de República Dominicana y David Tassillo, copropieratio del website pornográfico Pornhub.
Aquí un vistazo a la manera en que Estados Unidos se ha visto involucrado en el escándalo:
¿Cómo empezó?
Dakota del Sur lanzó su industria financiera en 1980, una era en que los bancos tenían que pagar más intereses de las que podían cobrar bajo la ley. A fin de ayudar a la banca local y estimular la alicaída economía, las autoridades eliminaron el tope a las tasas de interés que los bancos podían cobrar e invitaron a Citibank a lanzar allí un departamento de tarjetas de crédito. Poco después otros bancos hicieron lo mismo.
Para 2019, había más de 100 empresas financieras con activos totales valorados en unos US$ 370,000 millones . Una sola compañía, South Dakota Trust Company LLC, se jacta en su website de manejar más de US$ 100,000 millones en activos y más de 100 clientes multimillonarios. Familias de 54 países conforman un 15% de su clientela, dice la empresa.
Delaware lanzó su sector financiero y de tarjetas de crédito en 1981. Hoy en el día en el estado hay 47 compañías financieras para un total de US$ 3,800 millones en activos. Es hogar de más de 1.6 millones de negocios, entre ellos empresas de responsabilidad limitada que no están sujetas al escrutinio público. Los impuestos a las empresas financieras en la segunda mayor fuente de ingresos para el estado (después de los impuestos a las ganancias personales) para un total de casi US$ 1,300 millones al año.
¿Qué atrae el dinero a estos estados?
Una de las razones por las cuales los ricos depositan su dinero en estos estados es que allí las autoridades han derogado las leyes las leyes contra la transferencia de fondos a descendientes. Eso ha permitido la proliferación allí de fondos familiares intergeneracionales, en que la fortuna de una familia puede pasar de generación a generación sin tener que pagar impuestos.
Las leyes de Dakota del Sur y Delaware además protegen a los acaudalados de las demandas judiciales. Por ejemplo, un médico o un abogado acaudalado puede dejar su dinero allí, protegido de demandas por negligencia médica o legal. Los fondos quedan además cobijados de cualquier reclamo por divorcios, o de socios o clientes descontentos. Ambos estados tienen una amplia gama de leyes que otorgan a los adinerados considerable flexibilidad para controlar o modificar sus fideicomisos.
Otro atractivo es la ausencia de impuestos. Si bien la mayoría de los estados aplican impuestos a ese tipo de fondos, en Delaware están libre de impuestos siempre y cuando el beneficiario no sea residente del estado. En Dakota del Sur no hay impuestos a los ingresos personas, a los ingresos corporativos o a las ganancias capitales.
¿Hay leyes para proteger la privacidad?
Los Papeles de Pandora revelaron la manera en que políticos, celebridades, líderes religiosos y narcotraficantes protegen sus fortunas.
“Los Papeles de Pandora en resumen son una exposición de cómo se usan las leyes de confidencialidad para esconder cuentas bancarias, lo que se suele llamar paraísos fiscales, pues el objetivo es evadir los impuestos”, explicó Steve Wamhoff, director de asuntos de impuestos para el Institute on Taxation and Economic Policy en Washington.