La OPEP+ se dirige a un enfrentamiento con importantes repercusiones políticas con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al tiempo que Arabia Saudita y sus aliados deben elegir si prestar o no atención a las demandas estadounidenses de aumentar la producción de petróleo.
Si la organización rechaza la solicitud, se encamina a un fuerte conflicto con la Casa Blanca, a la que le preocupa que la inflación causada por los altos precios de la energía pueda descarrilar su agenda económica.
Ceder a la presión y aumentar la producción mantendría al aliado más cercano de Arabia Saudita, a expensas de la recuperación del precio del crudo lograda con tanto esfuerzo, lo que ha acrecentado las arcas del reino.
“Échenles un vistazo a los precios del petróleo”, dijo Biden a los periodistas en una conferencia de prensa en la cumbre climática de las Naciones Unidas el martes en Glasgow. Los costos de los combustibles son altos debido a “la negativa de Rusia o las naciones de la OPEP a bombear más petróleo”.
Es una lucha que trasciende el mercado petrolero y se adentra en la problemática relación de Estados Unidos con aliados de larga data en el Medio Oriente. Hasta ahora, Biden se ha negado a hablar con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, lo que enfureció al palacio real en Riad, que tenía acceso casi ilimitado a la Casa Blanca durante la Administración Trump.
A pesar de las presiones de Biden, que ha sido apoyado por Japón e India, varios miembros clave de la Organización de Países Exportadores de Petroleo y sus aliados muestran pocas señales de ceder. Irak y Kuwait, por ejemplo, han dicho públicamente que deberían ceñirse al plan actual de reactivar solo 400,000 barriles por día de producción inactiva cada mes y dejar el mercado en déficit durante el resto del año.
Ese resultado es ampliamente esperado por los observadores de la OPEP, sin embargo, la presión diplomática continuó el miércoles, según personas familiarizadas con las conversaciones, abriendo la puerta a un posible acuerdo de última hora.
De cualquier manera, el mercado del petróleo podría enfrentar semanas de volatilidad, al tiempo que se desarrolla el conflicto entre los mayores productores y consumidores del mundo a raíz de la reunión de la OPEP+ del jueves. Eso fue evidente el miércoles, cuando los futuros del crudo cayeron un 3.6% a US$ 80.93 el barril a las 12:22 p.m. en Nueva York.
Problemas de producción
Si la OPEP+ se somete a las demandas estadounidenses, no está claro cuánto petróleo adicional más allá del aumento planeado de 400,000 barriles por día sería suficiente para Biden. Pero si el grupo prometiera un aumento de 600,000 o incluso 800,000 barriles por día para diciembre, habría dudas sobre si el grupo es capaz de lograrlo.
El grupo ya está enfrentando dificultades para cumplir con sus objetivos de producción mensual, debido a que la falta de inversión en campos petrolíferos en países como Angola, Nigeria e incluso Kuwait obstaculiza la producción. Arabia Saudita, Rusia y Emiratos Árabes Unidos pueden tener la capacidad de exceder sus cuotas para compensar la de los países más débiles, pero hacerlo requeriría cambios en el acuerdo existente de la OPEP+.
Una de las razones de la resistencia de la OPEP+ es el riesgo de que, si se suministrara el petróleo adicional, podría inclinar rápidamente a los mercados en la otra dirección. La oferta es escasa ahora, pero se espera que vuelva a haber un superávit a principios del próximo año.