(Foto: AFP)
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El expresidente está asumiendo un papel cada vez más público mientras el país se enfrenta a una convergencia de crisis históricas que han expuesto profundas desigualdades raciales y socioeconómicas en y han cambiado el panorama de las elecciones presidenciales de noviembre.

Con ello, Obama está mostrando su disposición a criticar fuertemente a su sucesor, el presidente Donald Trump, y a ocupar lo que muchos perciben como un vacío en el liderazgo nacional.

El miércoles, Obama sostuvo un foro virtual con jóvenes para discutir las medidas políticas y el descontento civil a raíz de la muerte de en Minneapolis.

Obama rechazó un debate que dijo que ha visto en “parloteos en internet” sobre “las votaciones contra las protestas; la política y la participación contra el descontento civil y las acciones directas”.

“Esto no es de una cosa o la otra. Se trata de las dos cosas y de crear un cambio real”, dijo. “Tenemos que resaltar un problema e incomodar a las personas en el poder, pero también debemos traducir eso en soluciones prácticas y leyes que puedan ser implementadas y monitoreadas, y asegurarnos de que se sigan”.

Obama pidió que las protestas sobre la muerte de Floyd se conviertan en un cambio político para garantizar medidas de protección más seguras y una mayor confianza entre las comunidades y las autoridades policiales.

Instó a “cada alcalde del país a revisar sus políticas sobre el uso de la fuerza” junto a sus comunidades, y “comprometerse a reportar sobre proyectos de reforma” antes de priorizar su implementación.

“Estamos en una temporada política, pero nuestro país también está en un punto de inflexión”, dijo Valerie Jarrett, vieja amiga y asesora de Obama. “El presidente Obama no va a alejarse de esa conversación sólo porque ya no está en la presidencia”.

Durante la mesa redonda, Obama comparó el descontento actual en el país con los movimientos de protesta de la década de 1960. Pero aclaró que los sondeos demuestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan a los actuales manifestantes y forman una “coalición más amplia” a diferencia de aquella época, a pesar de que algunas de las protestas recientes “han quedado manchadas por los actos de violencia de una pequeña minoría”.

Aun así, advirtió, “en algún momento, se perderá la atención” y las “protestas se irán reduciendo de tamaño” así que “como sociedad, como país, es importante tomar ese momento y utilizarlo para que finalmente tenga impacto”.

Jimmy Carter

Por su parte, el expresidente Jimmy Carter pidió a los estadounidenses en posiciones de poder e influencia que luchen contra la injusticia racial, y dijo que “el silencio puede ser tan mortal como la violencia”.

Carter, de 95 años, emitió un comunicado mediante el Centro Carter, con sede en Atlanta, para abordar las airadas protestas que han sacudido a la nación luego de la muerte de George Floyd en Minneapolis.

En sus comentarios, Carter no mencionó directamente el manejo del presidente de las protestas y del malestar racial que las ha avivado. Sin embargo, manifestó: “Necesitamos un gobierno tan bueno como su gente, y somos mejores que esto”.

Carter apuntó que había declarado que “se acabó el tiempo de la discriminación racial” durante su discurso de investidura de 1971 como gobernador de Georgia, y lamentó estar repitiendo esas palabras casi 50 años después.

“Todos debemos centrar la atención sobre la inmoralidad de la discriminación racial”, dijo Carter. “Pero la violencia, ya sea espontánea o incitada conscientemente, no es la solución”, añadió.

Señaló que sus décadas trabajando para mejorar los derechos humanos en todo el mundo le han enseñado que la gente con influencia no puede quedarse callada.

“La gente con poder, privilegios y consciencia moral debe levantarse y decir ‘no más’ a un sistema policial y de justicia racialmente discriminatorio, a las disparidades económicas inmorales entre blancos y negros, y a las acciones gubernamentales que socaven nuestra democracia unificada”, puntualizó.