Las autoridades de Nueva York recomendaron este martes a los residentes que ahorren agua en momentos en que se registra una sequía casi inaudita en la mayor parte del estado, con algunos puntos especialmente afectados por la falta de lluvia, como la Gran Manzana.
La gobernadora, Kathy Hochul, declaró nivel de “vigilancia” por sequía —el primero de cuatro niveles de gravedad— en casi todos los condados del estado, lo que no acarrea restricciones por el momento, pero alentó a los ciudadanos a conservar agua en las “próximas semanas” en el caso de quienes dependen de pozos privados.
Esa vigilancia se activa según un índice que mide los niveles de precipitación, así como los de los lagos, reservas, ríos y corrientes subterráneas, indica un comunicado.
Según el mapa de las autoridades, solo están libres de vigilancia la zona más al norte del estado y el área metropolitana de la ciudad Nueva York, si bien los servicios meteorológicos han puesto a la gran urbe en la categoría de sequía “grave” por primera vez en veinte años por la falta de lluvias.
Los estados vecinos de Nueva Jersey y Connecticut también están sufriendo diferentes niveles de sequía después de uno de los veranos más secos que se recuerdan en la región en varios años, lo que ha llevado a sus autoridades a pedir contención con el agua y cuidado con el fuego.
Este martes, el Gobierno federal anunció que la histórica sequía en el oeste sigue drenando el Lago Mead, la mayor reserva artificial de agua de Estados Unidos, que está al 27% de su capacidad, y avisó que los estados de Arizona y Nevada tendrán que reducir su uso del agua del río Colorado.