El viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó cortar los fondos federales que financian o promueven los abortos electivos.
Según el mandatario, desde hace “50 años el Congreso ha promulgado leyes que impiden una financiación federal a la interrupción voluntaria del embarazo”.
En la otra cara de la moneda, su antecesor Joe Biden no habría respetado este principio; por lo cual, el magnate republicano acabó con el “uso forzoso del dinero de los contribuyentes federales para financiar o promover el aborto electivo”.
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Trump ha revocado dos órdenes ejecutivas impulsadas por el expresidente demócrata. Cabe anotar que el aborto es ilegal o está severamente restringido, sin excepciones para casos de violación o incesto, en 23 de 50 estados, conforme a datos del Center for Reproductive Rights (CRR).
Biden apostó por la inyección de recursos ante “la crisis sanitaria” a fin de proteger la prestación de servicios sanitarios y promover el acceso a servicios críticos de salud reproductiva, incluido el aborto.
La medida de Trump se dio en una jornada marcada por una Marcha por la Vida realizada en Washington, donde centenares de personas rechazaron el aborto.
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“En mi segundo mandato, volveremos a defender con orgullo a las familias y los derechos de los no nacidos, protegiéndolos de los ataques de la izquierda radical contra las iglesias”, comentó Trump en un video.
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