Los funcionarios de la Fed dicen que quieren una recuperación laboral "amplia e inclusiva", y señalaron que antes de la pandemia, las tasas de desempleo de afroamericanos y latinos habían establecido mínimos históricos junto con la economía en su conjunto. (Foto: REUTERS/George Frey)
Los funcionarios de la Fed dicen que quieren una recuperación laboral "amplia e inclusiva", y señalaron que antes de la pandemia, las tasas de desempleo de afroamericanos y latinos habían establecido mínimos históricos junto con la economía en su conjunto. (Foto: REUTERS/George Frey)

La tasa de desempleo de alcanzó un mínimo histórico de 3.5% hace un año, pero esa parte de la historia viene con una nota al pie.

Podría decirse que no fue la mejor época para los trabajadores en general en las últimas décadas. Ese honor es para los últimos meses del 2000. Aunque las tasas de desempleo fueron un poco más altas, el crecimiento salarial fue más fuerte y una proporción significativamente mayor de la población tenía trabajo o estaba buscando uno.

Fue un momento particular, con una población más joven y las mujeres aun aumentando su participación en el mercado laboral de Estados Unidos. Y es poco probable que se repita en un país que está envejeciendo año tras año.

A medida que se pone en marcha el esfuerzo para reparar el hueco que se abrió en el mercado laboral por la pandemia de coronavirus, comprender las diferencias entre esas dos épocas, una buena y otra incluso mejor, puede ser clave para elegir las mejores políticas para reparar el daño y luego juzgar cuándo la tarea está concluida.

“Va a tomar mucho tiempo volver al 2000, a la mejor situación absoluta, si es que volvemos alguna vez”, dijo Roberto Perli, economista de la consultora Cornerstone Macro.

“Podría ser imposible”, gracias a una población que tiende a envejecer y, por lo tanto, a una menor proporción de personas que desean trabajar.

Para evaluar cómo los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos podrían definir su objetivo de “máximo empleo” y evaluar qué tan rápido la economía podría alcanzarlo, Perli construyó recientemente una visión general del mercado laboral combinando 22 estadísticas diferentes en un solo índice.

Señala desde finales de la década de 1990 hasta el 2000 como la marca más alta para los trabajadores estadounidenses desde 1990.

Los funcionarios de la dicen que quieren una recuperación laboral “amplia e inclusiva”, y señalaron que antes de la pandemia, las tasas de desempleo de afroamericanos y latinos habían establecido mínimos históricos junto con la economía en su conjunto.

“Máximo empleo”

Si el objetivo es devolver un amplio conjunto de métricas laborales a sus mejores resultados anteriores, no sucederá pronto. A juzgar por cómo se ha comportado el índice luego de otras recesiones, Perli dijo que el proceso podría llevar de seis a nueve años.

Ese es un largo camino para que la Fed mantenga bajas las tasas de interés con la esperanza de alentar la contratación y el crecimiento salarial.

Pero los datos destacan otro desafío que la Fed y otros funcionarios tendrán al debatir sobre las necesidades del país. ¿Es, por ejemplo, un apoyo más inmediato para las personas que esperan regresar a un trabajo anterior? ¿O más asistencia para la reeducación y la reubicación para animar a las personas a seguir adelante?

“Máximo empleo” puede significar una cosa si los restaurantes y los cines están al borde de un repunte impulsado por las vacunas.

Significa más tiempo para llegar allí si esos trabajos desaparecen para siempre, o si las ocupaciones en demanda después de la pandemia se encuentran en diferentes industrias y ciudades que obligan a los trabajadores a realizar un reajuste más prolongado.

Los arreglos de trabajo desde casa han demostrado ser populares entre empleados y empleadores, lo que ya provocó un éxodo de ciudades como San Francisco. A medida que un grupo de trabajadores se muda, los servicios y trabajos de servicio que los respaldan deberán seguirlo.

Datos recientes del sitio de empleo en línea Indeed mostraron que las ofertas de trabajo en ciudades de menos de 500,000 personas están ahora un 8% por encima de su nivel prepandémico, mientras que las de ciudades de más de 2 millones están entre un 6% y un 7% por debajo.