Mientras la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos se prepara para reducir sus enormes compras de activos, los inversores en el mercado de bonos están analizando el camino que queda por recorrer, en busca de señales de la eficacia con la que el banco central puede endurecer su política monetaria para hacer frente a una inflación persistente.
En su reunión de esta semana, se espera que los responsables de la política monetaria den luz verde a la reducción de las compras de bonos del banco central, que han supuesto la adquisición de US$ 120,000 millones al mes de deuda respaldada por el gobierno, en un intento de estabilizar la economía tras el golpe de la pandemia.
La medida, que se prevé que comience a mediados de noviembre o mediados de diciembre, ha sido ampliamente anunciada. Aun así, el mercado del Tesoro se ha visto agitado durante la última semana, ya que los inversores han tomado posiciones que asumen una política monetaria más restrictiva.
Los inversores han aumentado considerablemente las expectativas de que la inflación obligue a la Fed a subir las tasas de interés antes y más rápido de lo previsto. Los tipos a corto plazo han subido y la curva de rendimiento se ha aplanado.
“Una vez superado el ‘taper’, el siguiente gran acontecimiento es el momento en que la Reserva Federal se disponga a endurecer su política monetaria, lo que da más importancia a todos los datos económicos importantes que se publican”, dijo Chuck Tomes, gestor de cartera asociado de Manulife Asset Management. “Podría haber más volatilidad en torno a todos los datos económicos importantes”.
Las oscilaciones en el mercado de bonos probablemente ya han hecho que algunos fondos de cobertura apalancados sufran pérdidas, advirtió Bank of America en un informe. Los movimientos también podrían reflejar que los inversores están deshaciendo posiciones para evitar pérdidas mayores, dijo Deutsche Bank.
Los bancos de Wall Street, por su parte, están intensificando los preparativos para el tapering, con el fin de asegurarse de que son capaces de manejar los picos de volatilidad del mercado.
Todavía puede haber sorpresas. Si no se produce la reducción en este momento, la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos podría aumentar considerablemente, mientras que un programa de reducción más rápido de lo esperado llevaría a un aplanamiento sustancial, según Steve Bartolini, gestor de carteras para la estrategia de bonos básicos en T. Rowe Price.
La comunicación de la Fed esta vez contrasta con la del 2013, cuando los rendimientos de los bonos subieron drásticamente durante la llamada “rabieta del taper” después de que el entonces jefe de la Fed, Ben Bernanke, dijo inesperadamente a legisladores que el banco central podría ralentizar el ritmo de las compras de activos que había estado apuntalando los mercados. Los rendimientos del Tesoro estadounidense a diez años pasaron de alrededor de 2% en mayo del 2013 a cerca de 3% en diciembre.
Si bien el movimiento no es tan extremo hasta ahora, el mercado de bonos de Estados Unidos se encamina a su primera pérdida anual desde el 2013.
Preocupación por los precios
Los inversores están muy pendientes de la aceleración de la inflación y miran a la reunión de la Fed para ver si la postura del presidente Jerome Powell, de que la subida de los precios se moderará por sí sola con el tiempo, puede estar flaqueando.
“Es la mano de obra, la inflación, es el consumidor lo que más nos preocupa”, dijo Tom Martin, gestor senior de carteras de Globalt Investments, quien cree que los rendimientos de los bonos de largo plazo pueden caer una vez que se anuncie el taper, ya que el aumento de los costos de los préstamos a corto plazo actúa como un obstáculo al crecimiento.
“Nos preocupa que el banco central pueda cometer un error de política monetaria y subir los tipos antes de lo que debería”, dijo Martin, quien afirmó que ha estado “posicionado para que las tasas de interés no suban por un tiempo y mantenemos esas posiciones”.
Stephen Tally, director de operaciones de Leo Wealth, afirmó que el riesgo era que “la inflación no sea tan transitoria como nos han hecho creer” y eso “empuje a la Fed más lejos y más rápido de lo que quiere”.
Las expectativas de inflación se dispararon la semana pasada y las tasas a cinco y 10 años alcanzaron sus niveles más altos en más de una década.
“Lo que va a ser más peligroso es cómo (Powell) baila con la palabra transitoria y pone una definición alrededor de eso tal vez en términos de un marco de tiempo”, indicó Lon Erickson, un gestor de cartera en Thornburg Investment Management.
El gestor de carteras de Sit Investment Associates, Bryce Doty, dijo que ha estado ajustando las carteras recientemente con la vista puesta en la aceleración de la inflación.
“Creo que hay que seguir invirtiendo mucho en TIPS y en cualquier cosa que ofrezca cierta protección contra la inflación”, manifestó Doty.
Powell, cuya incierta renovación de mandato como presidente de la Fed también ha influido en los movimientos del mercado, sitúa las subidas de tasas en un plano separado del tapering, con unas tasas de interés más altas que dependen de la vuelta al pleno empleo y de que la inflación alcance el objetivo de 2% de la Fed, aunque superando moderadamente ese nivel durante algún tiempo.
Los inversores han estado muy atentos a los informes mensuales de empleo y el de octubre se publicará el viernes.
“Después de una cifra bastante débil en septiembre, ¿se está confiando en esa cifra de octubre antes de empezar a profundizar en las discusiones sobre las subidas de tasas?”, se preguntó Jason England, gestor de la cartera de bonos globales de Janus Henderson Investors.