Las empresas estadounidenses están intensificando sus advertencias sobre la economía del país.
Ejecutivos desde Jamie Dimon y Elon Musk hasta Gary Friedman, titular del minorista de muebles RH, advirtieron a los inversionistas esta semana que estén alertas de una recesión económica.
Después de meses de sólido gasto de los consumidores y mejoras en las cadenas de suministro, algunos de los líderes corporativos más francos del país han comenzado a intensificar las alarmas sobre una inflación en máximos de varias décadas e inminentes alzas a las tasas de interés.
“Tenemos un largo camino por recorrer en el aumento de las tasas de interés para combatir la inflación”, dijo Friedman el jueves en la videollamada para reportar los resultados de RH. “Y creo que solo hay que estar preparado para cualquier cosa en este momento”.
Musk habría dicho a los empleados de Tesla Inc. esta semana que tiene un “super mal presentimiento” sobre la economía y que debe eliminar el 10% de los puestos de trabajo en el fabricante de automóviles eléctricos, según Reuters.
El tono contrasta con el informe de empleos del viernes, que mostró un aumento mayor al esperado en las nóminas. Y los economistas aún consideran improbable la posibilidad de una recesión el próximo año, incluso si las probabilidades han aumentado. Una encuesta de Bloomberg estima un 30% de probabilidad de una recesión en los próximos 12 meses, frente al 15% de marzo.
Rick Rieder, directo de inversiones de renta fija global en BlackRock Inc., dijo en Bloomberg Televisión que las cifras de empleo de mayo son probablemente “el último informe sólido que se verá en mucho tiempo” a medida que se desacelere el ritmo de contratación.
Mientras tanto, el crecimiento en los proveedores de servicios de Estados Unidos se moderó en mayo a su ritmo más débil en más de un año, lo que refleja un retroceso en un indicador de actividad comercial que sugiere restricciones de suministro.
La sensación de fatalidad ha sido especialmente evidente en el sector bancario, donde esta semana Dimon dijo a los inversionistas que deben prepararse para un “huracán” económico. El mes pasado dijo que las “nubes de tormenta” sobre la economía podrían disiparse.
“Ese huracán está justo ahí, en nuestro camino, y viene hacia nosotros”, dijo el miércoles el director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co. (JPM), citando las alzas a las tasas de interés y las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania. “No sabemos si es pequeño o la supertormenta Sandy. Será mejor que se preparen”.
El presidente de Goldman Sachs Group Inc., John Waldron, retomó el tema al día siguiente, calificando el actual clima económico como uno de los más complejos que jamás haya experimentado. “Para mí, la confluencia de la cantidad de impactos al sistema no tiene precedentes”, señaló Waldron.
El viernes, la directora ejecutiva de Citigroup Inc., Jane Fraser, dijo que se siente más probable una recisión en Europa que en EE.UU. debido a los costos de la energía, aunque no será fácil para ninguno de los dos evitarla. Los consumidores estadounidenses están bien, con mucho dinero en sus billeteras, indicó, aunque las tasas de interés, Rusia y la amenaza de una recesión dominan las conversaciones en este momento.
El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, dijo que espera que la inflación se mantenga elevada durante varios años. Y su par de PNC Financial Services Group Inc., Bill Demchak, señaló que el único resultado posible es una recesión.
Por otra parte, S&P Global Inc. suspendió esta semana su proyección anual, citando el deterioro de las condiciones económicas y volúmenes “extraordinariamente débiles” de emisión de deuda.
Sin embargo, algunos ejecutivos bancarios cuentan con la sostenida fortaleza de los consumidores estadounidenses. Holly O’Neill, presidenta de la banca minorista de Bank of America Corp., dijo que aún no hay indicios de que ese pilar de la economía este comenzando a desmoronarse.
“No estamos viendo ninguna señal de grietas”, indicó O’Neill en una conferencia con inversores. “Obviamente vemos esto todos los días”.