La sacudida económica global ligada a la guerra en Ucrania ha llegado a la gran banca de Estados Unidos, que se ha visto generalmente forzada a incrementar sus reservas contra pérdidas crediticias, lo que ha hecho mella en sus beneficios entre enero y marzo.
Cinco de los mayores bancos del país han reportado entre este miércoles y jueves ganancias hasta un 46% más bajas respecto al mismo periodo del año pasado, reflejo de cómo los problemas geopolíticos han puesto fin a la bonanza generada por la recuperación de la pandemia de COVID-19.
Citigroup anunció hoy que redujo sus ganancias un 46% interanual, hasta unos 4,300 millones, en parte porque sustrajo dinero para incrementar sus reservas en 1,900 millones debido a su exposición “a Rusia y al impacto amplio del conflicto en Ucrania sobre el entorno macroeconómico”.
Por su parte, JPMorgan Chase, el primer banco del país por activos, tuvo una merma en las ganancias del 42%, hasta casi 8,300 millones, y también se anotó costes crediticios de unos 900 millones para sus reservas y dispuso más de 500 para “perturbaciones de mercado” ligadas a Rusia.
Su principal ejecutivo, Jamie Dimon, señaló que hay “nubes de tormenta en el horizonte”, incluyendo la inflación y el giro en política monetaria en Estados Unidos, por lo que anticipó que las reservas, que fue vaciando el año pasado durante el “boom” económico, podrían volver a llenarse.
Otra de las entidades más afectadas fue Goldman Sachs, líder en el terreno del corretaje y la asesoría de operaciones de fusión y compra, que redujo sus beneficios en un 42%, hasta poco menos de 4,000 millones, sobre todo por la ralentización de la actividad en los mercados de capital.
Esta compañía tampoco fue ajena a los efectos de la invasión de Ucrania, que en palabras de su consejero delegado David Solomon ha causado un “trimestre turbulento”, e incrementó sus reservas en 561 millones para hacer frente a problemas “macroeconómicos y geopolíticos”, según desgranó.
Por su parte, Wells Fargo, que mostró optimismo por la recuperación económica y que se ciñe desde hace años a un plan estratégico y con límites regulatorios por el escándalo de sus prácticas de venta, vio descender su ganancia trimestral en un 21%, hasta casi 3,700 millones.
Esta empresa, más orientada al negocio de los préstamos y posicionada para beneficiarse de la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal, consideró como riesgos la inflación y la guerra en Ucrania pero a diferencia de los otros bancos liberó dinero de sus reservas, 1,100 millones.
Por último, Morgan Stanley, que se centra esencialmente en el mercado de capitales, fue la que salió mejor parada al recortar solo un 11% sus beneficios, hasta casi 3,700 millones, y solamente mencionó la “volatilidad de mercado e incertidumbre económica” para asegurar que es “resiliente”.
La tanda de resultados de la gran banca estadounidense se cierra el lunes con las cuentas de Bank of America pero, a falta de sus datos, el grupo ha reservado ya unos US$ 3,300 millones en conjunto para protegerse de las consecuencias del conflicto bélico en el este de Europa.
Pese a la bajada general en los volúmenes de negocio, los inversores de Wall Street estaban premiando durante la mañana bursátil a Goldman Sachs y Morgan Stanley, las más beneficiadas por la volatilidad en los mercados por el peso de sus divisiones de ‘trading’ (corretaje).