Un juez de Estados Unidos fijó el lunes 1 de noviembre como fecha para la comparecencia de Alex Saab, un empresario acusado de lavar dinero en nombre del ilegitimo gobierno de Nicolás Maduro, en un caso que enfrenta a Estados Unidos contra el régimen chavista.
Los fiscales estadounidenses acusaron a Saab en el 2019 en relación con un esquema de soborno vinculado al sistema de control de cambio impuesto por el Estado de Venezuela. Estados Unidos también lo sancionó por supuestamente orquestar un plan que le permitió a él y a Maduro beneficiarse de un programa estatal de distribución de alimentos.
Saab, de nacionalidad colombiana, fue arrestado en junio del 2020 cuando su avión se detuvo para repostar en Cabo Verde. Los tribunales del país aprobaron su extradición tras una prolongada batalla legal.
Saab compareció el lunes a una audiencia inicial con un mono color naranja y una mascarilla azul, en una videoconferencia ante el juez federal John J. O’Sullivan en Miami.
Tras la extradición de Saab desde Cabo Verde a Estados Unidos el sábado, el gobierno de Venezuela anunció que suspendía su participación en los diálogos con sectores opositores, una mesa que se realiza en México desde agosto y que estaba previsto que se reanudara el fin de semana.
Luego de la extradición de Saab, las autoridades volvieron a detener a seis exejecutivos del refinador Citgo, una subsidiaria estadounidense de la petrolera estatal PDVSA, que estaban bajo arresto domiciliario desde abril de este año.
Los exejecutivos de Citgo, que fueron detenidos en noviembre del 2017 tras ser convocados a una reunión en la sede de PDVSA en Caracas, fueron trasladados de sus domicilios a una de las sedes de la policía de inteligencia, dijeron el sábado dos fuentes.
El grupo está compuesto por cinco ciudadanos estadounidenses naturalizados y un residente permanente. El gobierno de Estados Unidos ha exigido repetidamente su liberación.
El gobierno de Venezuela ha acusado a Estados Unidos de secuestrar a Saab, a quien describen como un enviado diplomático que se dirigía a Irán para negociar suministros de combustible y alimentos que han sido interrumpidos por las sanciones estadounidenses.
Washington creó en 2019 un amplio programa de sanciones destinado a obligar a Maduro a dejar el poder. Las sanciones han empeorado la crisis económica de Venezuela, impulsada por años de hiperinflación y deterioro constante de la industria petrolera del país.