El presidente Joe Biden está a favor de los vehículos eléctricos indicando que son vitales para sus ambiciones económicas y climáticas.
Pero hay una compañía automotor estadounidense de la que no habla: Tesla Inc., el fabricante más valioso del mundo y la marca global más claramente asociada con los vehículos eléctricos.
“Era en serio cuando dije que el futuro se haría aquí mismo en Estados Unidos”, comentó Biden en un video en Twitter con la presidenta y directora ejecutiva de General Motors Co., Mary Barra, el jueves. “Empresas como GM y Ford están fabricando más vehículos eléctricos en Estados Unidos que nunca antes”.
El tuit no pasó desapercibido para el ávido usuario de la red y director ejecutivo de Tesla, Elon Musk. “Empieza con una T. Termina con una A. Y tiene las letras ESL en el medio”, respondió.
En cada oportunidad, Biden elogia el progreso que Ford y GM han logrado en el despliegue de una flota eléctrica. Pero sus continuos y obvios desaires a Tesla, una fuente de leve intriga dentro de la Administración, han provocado reacciones públicas cada vez más exasperadas de Musk, la persona más rica del mundo y el director ejecutivo tanto de Tesla como de SpaceX, que tiene contratos gubernamentales con la NASA y el Ejército de Estados Unidos.
Musk tuiteó después del evento en la Casa Blanca el jueves con Barra y el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, que “Biden está tratando al público estadounidense como tontos”. Agregó que el presidente es “un títere de calcetín con forma humana”. Durante el fin de semana, incitó a los fanáticos e iniciaron una petición en línea solicitándole al presidente que “reconociera el liderazgo de Tesla en lo relativo a vehículos eléctricos”.
En el 2021, Tesla entregó más de 936,000 automóviles en todo el mundo. GM vendió casi 480,000 vehículos eléctricos el año pasado, principalmente en China. En Estados Unidos, la compañía tuvo que retirar del mercado su Chevrolet Bolt eléctrico debido al riesgo de incendios en la batería, y vendió solo 26 autos eléctricos en el cuarto trimestre —25 Bolt y una camioneta eléctrica GMC Hummer.
I meant it when I said the future was going to be made right here in America. Companies like GM and Ford are building more electric vehicles here at home than ever before. pic.twitter.com/5E3ecA93MR
— President Biden (@POTUS) January 27, 2022
Apoyo
No hay ningún misterio real detrás de la antipatía de Biden hacia Tesla, según una persona familiarizada con el pensamiento del presidente. Biden ha gozado durante mucho tiempo del apoyo de los sindicatos en sus campañas políticas, incluido United Auto Workers (UAW), y aunque los empleados de Tesla tienen salarios y beneficios generosos, incluidas acciones del fabricante, Musk se opone a los sindicatos y los trabajadores de la empresa no están organizados en uno.
Dentro de Tesla, algunos ejecutivos tienen la sensación de que todo esto es solo política: Biden nunca ganará en Texas, donde ahora vive Musk, mientras que Michigan —hogar de Ford y GM— y el apoyo de la UAW son clave para las victorias demócratas tanto en las elecciones intermedias como en el 2024.
Incluso algunos asesores de Biden dicen que desearían que el presidente se entusiasmara con la compañía de Musk.
El año pasado, después de un evento en la Casa Blanca que promovía los vehículos eléctricos, y que excluía a Tesla, Musk dijo que Biden estaba “sesgado” en contra de la empresa y que su Administración “pareciera estar controlada por los sindicatos”.
Musk también menospreció una política clave de Biden: la propuesta de restablecer un crédito fiscal de US$ 7,500 por auto para vehículos eléctricos y eliminar un límite en la cantidad de vehículos de cualquier fabricante que sea elegible para el crédito. Tesla alcanzó el límite del crédito fiscal original para vehículos eléctricos en el 2018.
Sin embargo, la propuesta de Biden tiene un giro anti-Tesla: los consumidores serían elegibles para US$ 4,500 adicionales si compran un auto eléctrico ensamblado por trabajadores sindicalizados.
Musk no respondió a un correo electrónico solicitando comentarios para esta historia.
Tesla, que fue fundada en el 2003, fabrica autos totalmente eléctricos en sus fábricas de California y Shanghái. La empresa trasladó su sede corporativa el año pasado de Palo Alto, California, a Austin, Texas, donde terminó una nueva fábrica que es más grande que el Pentágono.
Tesla tiene unos 10,000 trabajadores en su fábrica de Fremont, California. El UAW, con sede en Detroit, ha realizado varios intentos de sindicalizar a los trabajadores allí con poco éxito.