El mercado de bonos más grande del mundo está dando señales de que el riesgo de una recesión en Estados Unidos está aumentando, incluso antes de que la Reserva Federal eleve las tasas de interés.
La curva de rendimiento de los bonos del Tesoro se ha derrumbado hasta casi la inversión, una situación en la que las tasas a corto plazo superan a las de plazos más largos, que a menudo ha precedido a una recesión.
El hecho se intensificó justo antes del casi seguro aumento de tasas de la Fed de la próxima semana, mientras que el alza en los precios de los productos básicos aumenta el riesgo de que la inflación sea más persistente de lo previsto. Los mercados a plazo ya muestran que los operadores se están preparando para que las tasas a dos y 10 años se inviertan en un año.
Las inversiones en el mercado de bonos tienen una larga historia de ser un presagio ante una recesión económica. Existe una percepción creciente de que se vienen problemas por delante, incluso si muchos indicadores de salud económica, como la caída de la tasa de desempleo, sugieren que una recesión aún está lejos. Sin embargo, la invasión rusa a Ucrania podría provocar un rápido deterioro.
Ed Al Hussainy, estratega sénior de tasas de interés de Columbia Threadneedle Investments, señaló que una inversión es inminente, y que posiblemente suceda esta semana.
“Estamos atrasados para una inversión y para un resurgimiento de todas esas conversaciones suspendidas de que se avecina una recesión”, dijo Al-Hussainy. Señaló que su empresa está posicionada para beneficiarse si la curva del Tesoro sigue aplanándose, y agregó que la exposición larga de Columbia Threadneedle está en el área de 10 a 30 años de la curva del Tesoro. “Los inversionistas en bonos no tienen que esperar a que se produzca una recesión real para ganar dinero” con apuestas más planas.
Las apuestas sobre un aplanamiento en partes de la curva son las mayores desde el 2015, según Citigroup Inc., que analizó las notas a dos y 10 años en el mercado de futuros.
El aplanamiento ha sido una operación muy rentable a medida que la brecha entre los rendimientos en efectivo a dos y 10 años se ha desplomado a alrededor de 26 puntos básicos, desde aproximadamente 92 puntos básicos a principios del 2022. Eso coloca el diferencial casi en el máximo de varios años de 162 puntos básicos alcanzado en marzo del 2021.
Históricamente, las recesiones se producen cerca de un año después de que ocurre una inversión, pero existe el riesgo de que la guerra acelere las cosas.
La última vez que se invirtió la curva fue en el 2019, tras una serie de alzas de tasas de la Fed. Fue la brecha de los rendimientos a tres meses y a 10 años —el diferencial en el que se centra la investigación académica que vincula la curva con las recesiones— que cayó por debajo de la línea cero en marzo de 2019, y la brecha de rendimiento de dos a 10 años se invirtió unos cinco meses después. En el 2020, Estados Unidos se vio afectado por una recesión provocada por la pandemia.
Sin embargo, pocos economistas ven a Estados Unidos en peligro de recesión, ya que la economía está respaldada por un mercado laboral fuerte, un gasto de consumo sólido y ganancias corporativas mejores a las esperadas. Pero muchos esperan que el crecimiento se desacelere aún más si la inflación sigue subiendo.
Sin embargo, es posible que el legado de la expansión cuantitativa global pueda estar enturbiando el mensaje del mercado de bonos. Dado que los miles de millones en compras de deuda distorsionaron los precios, algunos dicen que ahora la curva debe invertirse a aproximadamente -1% para dar una verdadera advertencia de recesión.