Más estadounidenses enfrentaron inseguridad alimentaria en 2022 que el año anterior, lo que marcó el primer aumento anual de hogares en dificultades en más de una década.
Alrededor de 17 millones de hogares estadounidenses, o el 12.8% del total, tuvieron dificultades en algún momento del año para proporcionar alimentos suficientes para todos los miembros de la familia debido a la falta de recursos, dijo el miércoles el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) en un informe. La cifra revela un aumento de 2.6% con respecto al 2021 (10.2%) y de 2.3 con el porcentaje de 2020 (10.5%).
La prevalencia de la inseguridad alimentaria fue significativamente superior a los 13.5 millones de hogares, o el 10.2% del total, registrados en 2021, dijo la agencia, reportó Bloomberg.
El incremento de 2022 rompió una tendencia de reducción de inseguridad alimentaria constante entre 2011 y 2021, destacó el informe de USDA.
Esta cifra incluye siete millones de hogares que enfrentaron una seguridad alimentaria muy baja, que es el rango más grave de clasificación de USDA, en el que uno o más miembros del hogar experimentan una ingesta reducida de alimentos en ocasiones, debido a la escasez de dinero y otros recursos para obtener alimentos.
Si bien el informe del Departamento de Agricultura no explica el aumento, los precios de los alimentos subieron durante la pandemia de COVID-19 debido a las interrupciones en el suministro causadas por las pérdidas de cosechas y la guerra de Rusia en Ucrania, lo que dificultó cada vez más que las familias pobres cubrieran sus necesidades básicas.
Según el informe, alrededor de 6.8 millones de hogares se encontraban en un rango más severo de inseguridad alimentaria el año pasado, cuando los patrones alimentarios normales se vieron alterados en ocasiones debido a la limitación de recursos. Eso representa un aumento de 5.1 millones de familias en 2021. El año pasado se registró el primer aumento desde 2011.
Unos 13 millones de niños afectados
En medio del aumento de la inseguridad alimentaria en los hogares estadounidenses en 2022, se pudo conocer que cerca de 13 millones de niños vivieron en una familia que tuvo problemas para conseguir alimentos en algún momento ese año, reveló el informe del Departamento de Agricultura.
El 8.8% de los hogares con niños -3.3 millones de familias- sufrieron inseguridad alimentaria en algún momento en 2022, frente al 6.2% (2.3 millones de hogares) de 2021.
“Estos hogares con inseguridad alimentaria entre los niños no pudieron en ocasiones proporcionar alimentos adecuados y nutritivos a sus hijos”, recalca el informe.
Los investigadores de USDA subrayaron que de 2021 a 2022 hubo aumentos estadísticamente significativos en la inseguridad alimentaria en casi todos los subgrupos de clasificaciones de hogares, como los encabezados por madres solteras o de grupos minoritarios.
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Al respecto, Lisa Davis, vicepresidenta de Share Our Strange, que encabeza la campaña “No Kid Hungry” (Ningún niño hambriento), calificó las cifras como “una realidad desgarradora y una tragedia evitable”.
Davis advirtió de que todo el progreso logrado, incluso durante la pandemia se ha deteriorado desde que se pusieron fin a programas de inversión para luchar contra el hambre en los niños y las familias de bajos recursos.
Defendió la inversión en programas de nutrición, comidas escolares y de verano, y beneficios tributarios, que en algunos casos fueron cancelados después de la pandemia.
“Este tipo de inversiones son especialmente críticas para las comunidades de color que experimentan disparidades persistentes”, advirtió la activista, citada por EFE.
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