Tras los enormes estímulos económicos para paliar el impacto de la pandemia, la inflación interanual en Estados Unidos saltó de 1.7% en febrero a 2.6% en marzo, el nivel más alto en dos años y medio, informó la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los precios al consumo subieron 0.6% en marzo y, si se excluyen los de alimentos y combustibles que son los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue de 0.3%.
La inflación subyacente ha sido de 1.6% en los últimos 12 meses.
La mayoría de los analistas había calculado un aumento de precios del 0.5% en marzo y una inflación interanual de 2.5%.
El índice de precios al consumidor durante el último año refleja el impacto de la pandemia del COVID-19 y desde un incremento mensual de 0.5% en junio disminuyó mes a mes hasta 0.1% en octubre. Desde entonces ha vuelto a subir.
La aceleración en la subida de los precios al consumo se debe en buena medida a los paquetes de estímulo aprobados por el Congreso desde marzo del 2020 y promulgados por los presidentes Donald Trump y Joe Biden para paliar el impacto de la pandemia.
El primer conjunto de estímulos iniciado en marzo del 2020 sumó US$ 1.2 billones, y el firmado por Biden añadió US$ 1.9 billones, que por una parte han ido directamente al bolsillo de los consumidores y por otra a préstamos y subsidios para las empresas.
Al tiempo que ha caído este año el número de nuevos casos del COVID-19, la demanda acumulada y la disponibilidad de dinero tanto para las empresas como para los consumidores han espoleado las compras de bienes y servicios cuando la producción todavía muestra restricciones.
Los economistas esperan que la tasa de inflación se modere en el resto del año pero bien podría acercarse a 3%, un nivel alcanzado por última vez hace una década, poniendo presión sobre la Reserva Federal (Fed) para un incremento de las tasas de interés.
Tras la última reunión del Comité de Mercado Abierto que dirige la política monetaria de la Reserva, la institución pronosticó que la inflación tendrá un promedio de 2.4% este año y el próximo año bajará a 2%, un índice que la Fed considera saludable para la economía estadounidense.
La Fed, que ha mantenido la tasa de interés de referencia en casi el 0%, ha indicado que aplicaría el freno a la inflación si ésta supera la marca de 2% y apunta a subir más, y si se alcanza el pleno empleo.
Los datos mensuales de marzo confirman que el empuje mayor para el aumento de precios proviene del sector de la energía, y especialmente las gasolinas, cuyo costó se elevó un 9.1% en marzo comparado con febrero.
En un año, los precios de la energía han subido un 13.2%, - hasta febrero era un 3.7%-, y los precios de la gasolina han subido un 22.5%.