La Reserva Federal de EE.UU. es dirigida por Jerome Powell.
La Reserva Federal de EE.UU. es dirigida por Jerome Powell.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos empezó este martes una reunión de dos días en la que podría decidir una subida de medio punto de las tasas de interés, como parte de una estrategia cada vez más agresiva del banco central para luchar contra una inflación desbocada.

El presidente de la Fed, , ya dijo a finales de abril en una mesa redonda junto a la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y la directora gerente del (FMI), Kristalina Georgieva, que una subida de cincuenta puntos básicos es algo que iba a estar “sobre la mesa”.

La subida de 0.5 puntos sería el doble que la adoptada en marzo, que fue de 0.25 y supuso la primera vez que la Fed subía los tipos de interés desde el 2018.

El tipo de interés oficial de la mayor economía del mundo se encuentra actualmente en una horquilla de entre el 0.25% y 0.5%, por lo que una subida de medio punto lo dejaría entre el 0.75% y 1%.

El principal objetivo del banco central estadounidense en estos momentos es mitigar la elevadísima tasa de inflación, que en marzo pasado se situó en el 8.5%, el más elevado registrado desde 1981.

El próximo miércoles 11 de mayo -una semana después de que haya concluido la reunión de la Fed- se conocerá el dato de inflación correspondiente al mes de abril, que los analistas esperan que sea igual o incluso más alto que el de marzo.

Según el comunicado oficial publicado al término de la anterior reunión de la Fed en marzo, la Junta de Gobernadores del banco central prevé hasta seis subidas a lo largo de este año (siete si se cuenta la de marzo), para terminar el 2022 con un tipo de interés de en torno al 1.875% (un punto más de lo que se preveía en diciembre).

Los responsables de la también dijeron que esperan empezar a reducir su cartera de deuda soberana estadounidense en el futuro cercano, por lo que esta podría ser otra de las novedades que se comuniquen mañana cuando termine el encuentro.

Todo ello con el objetivo de virar, tras dos años de una fuerte política monetaria expansiva y con los tipos cercanos a cero, a una contractiva que rebaje la cantidad de dinero en circulación y baje la presión sobre los precios para luchar contra la inflación.