La escasez de materiales y las dificultades de contratación están frenando la recuperación económica de Estados Unidos tras la pandemia de coronavirus y han impulsado un brote “transitorio” de inflación, afirmó la Reserva Federal (Fed).
“Los avances en la vacunación han llevado a una reapertura de la economía y a un fuerte crecimiento económico”, dijo el banco central estadounidense en su informe semestral al Congreso sobre el estado de la economía.
Sin embargo, “la escasez de insumos y las dificultades de contratación han frenado la actividad en varios sectores”.
El informe será objeto de audiencias en el Congreso la próxima semana.
El documento de la Fed, publicado el viernes, es en gran medida retrospectivo, pero muestra la opinión del banco central de que la recuperación sigue en marcha mientras las empresas y las familias enfrentan una complicada reapertura económica.
Los precios han subido más rápido de lo previsto, por ejemplo, y aunque se espera que los cuellos de botella de la oferta y otros factores que impulsan las subidas de precios disminuyan con el tiempo, “los riesgos al alza de las perspectivas de inflación a corto plazo han aumentado”, dijo la Fed.
La contratación también se ha ralentizado por una razón inesperada: Las empresas quieren contratar a más empleados, pero no hay suficientes trabajadores dispuestos a aceptar los puestos de trabajo, ya que tienen que hacer frente a continuas preocupaciones familiares y de salud y dependen de las ayudas de desempleo para pagar facturas.
“Muchos de estos factores deberían tener un efecto decreciente sobre la participación en los próximos meses”, dijo la Fed, aunque la velocidad y la fuerza de esa recuperación del mercado laboral también sigue siendo incierta.
El banco central, sin embargo, dijo que los datos disponibles sugieren “un nuevo y robusto aumento de la demanda” que se produjo entre abril y junio.
“En un contexto de elevado ahorro de los hogares, condiciones financieras expansivas, apoyo fiscal en curso y reapertura de la economía, la fortaleza del gasto de los hogares ha persistido”, mientras que el sistema financiero sigue siendo “resistente”, dijo la Fed.