La Reserva Federal (Fed), que esta semana dio a conocer su mayor subida de tasas de interés en más de un cuarto de siglo, señaló el viernes que no dejará que nada se interponga en su batalla para reducir la inflación que está golpeando a los hogares estadounidenses.
“El compromiso del Comité para restaurar la estabilidad de los precios -que es necesaria para sostener un mercado laboral fuerte- es incondicional”, dijo la Fed en su informe semestral de política monetaria al Congreso, en referencia al Comité Federal de Mercado Abierto que fija las tasas.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, testificará en el Congreso la semana que viene, poniendo al día a los legisladores sobre los planes del banco central para luchar contra la inflación mientras busca el máximo empleo.
El miércoles, la Fed elevó su rango objetivo de tasas de interés a un 1.50%-1.75% y publicó previsiones que muestran que la mayoría de las autoridades del banco central son partidarias de elevar aún más el costo del crédito este año, quizás hasta 3.4%, y todavía más en el 2023.
Economistas han advertido que un aumento tan brusco podría desencadenar una recesión.
El uso de la palabra “incondicional” en el informe sugiere que la Fed está dispuesta a arriesgarse precisamente a eso, con el fin de evitar lo que considera una situación mucho peor en la que la inflación se descontrole y ejerza un daño mucho más perjudicial en el largo plazo.