La Reserva Federal (Fed) debería comenzar a reducir sus compras mensuales de bonos por US$ 120,000 millones en el otoño boreal y luego acelerar estos recortes para que el programa termine en los primeros meses del 2022, dejando el camino listo para un alza de tasas de interés ese año si es necesario, afirmó el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard.
En lo que equivalió a una advertencia de que sus colegas de la Fed se arriesgaban a una “lucha” para subir las tasas de interés, y posiblemente provocar una recesión, si la inflación se mantiene alta, Bullard aseguró que era hora de comenzar a tomar en cuenta ese riesgo ahora.
“Estamos demasiado inclinados hacia el lado moderado”, dijo Bullard a periodistas, instando a la Fed a decidir en su reunión de septiembre sobre un plan para eliminar gradualmente sus compras de bonos para fines de marzo del 2022.
“Toda la comunidad del banco central ha estado en modo moderado durante mucho tiempo. Si los datos cambian en nuestra contra, es posible que tengamos que actuar rápidamente y eso puede ser perjudicial”, agregó.
Bullard fue el primer funcionario de la Fed en hablar públicamente después de la reunión del banco central esta semana, donde las autoridades dijeron que esperaban que la recuperación continuara pese a un aumento en las infecciones por coronavirus.
Aunque el jefe de la Fed, Jerome Powell, afirmó que la recuperación del mercado laboral aún estaba lejos del punto en el que un recorte de las compras de bonos sería apropiado, Bullard dijo que veía que los mercados laborales se recuperaban rápidamente y cuestionó la lógica de seguir apuntalando la economía con dicho programa en medio de una rápida expansión económica y una “incipiente burbuja inmobiliaria”.
En teoría, las compras de bonos de la Fed mantienen bajas las tasas de interés a largo plazo, lo que hace que sea más barato financiar las viviendas y permite que los compradores paguen más.
Al abogar por un inicio más temprano del proceso de reducción, Bullard señaló que el ritmo actual de inflación, de 3.5% anual según la medida preferida de la Fed, está muy por sobre el objetivo de 2% del banco central y, en su opinión es adecuado para compensar la débil inflación del pasado como lo requiere la nueva guía de orientación del banco central.
Bullard dijo que la Fed no está actualmente bien posicionada para reaccionar si ese nivel de inflación persiste y requiere tasas de interés más altas para frenar las compras de casas, automóviles y otras que están relacionadas a las tasas de interés. “Todo esto es como mover un súpertanquero y llevarlo hacia la dirección correcta en el momento adecuado”.