
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la salida de su país de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - UNESCO. Es la segunda ocasión en que lo decreta. Se hará efectiva a finales del 2026.
En 2018, durante su primer mandato, se desvinculó de Unesco debido a “sesgos contra Israel”. En esta ocasión, argumenta también su disconformidad por “causas divisivas” en perjuicio de la nación israelí.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, considera lamentable la decisión de Trump, mas resaltó que el frente tiene mejor protección financiera que otras agencias de la ONU. Estados Unidos contribuía US$ 75 millones al año, un 8% del presupuesto total.

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Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, cataloga a Unesco como una entidad que promueve causas sociales y culturales divisivas, además de contar con una “agenda ideológica globalista”.
La administración Trump rechaza que se haya admitido a Palestina como un Estado, lo cual ha “contribuido a la proliferación de retórica antiisraelí dentro de la organización”.
Al respecto, Azoulay negó que hayan prejuicios antiisraelíes o antisemitas en el seno de la Unesco.
En líneas generales, es la tercera vez que Washington abandona Unesco. En 1984, Ronald Reagan acusó una supuesta inutilidad y excesos presupuestarios. Recién en 2003 se reintegraron.
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Consecuencias de la salida de Estados Unidos de la Unesco
La salida de Estados Unidos de Unesco no elimina su calidad como miembro del Comité del Patrimonio Mundial, que vota para designar los sitios protegidos por la organización, de acuerdo con una fuente cercana.
“Esta decisión afectará sin embargo a nuestras actividades en los años venideros, o nos obligará a buscar otras fuentes de financiamiento”, añade la misma fuente.
Con información de AFP