El estado de Georgia (EE.UU.) anunció que habrá un recuento de los votos en ese territorio ante lo ajustado de los resultados, lo que puede provocar que no se sepa quién ganó las elecciones presidenciales allí hasta finales de noviembre.
Las autoridades de Georgia hicieron el anuncio a las 10:30 (15:30 GMT), en un momento en el que el candidato demócrata, Joe Biden, lideraba el escrutinio en el estado por apenas 1,098 sufragios.
“Con un margen tan estrecho, habrá un recuento en Georgia”, dijo en una rueda de prensa el secretario de Estado de ese estado sureño, Brad Raffensperger.
La ley estatal de Georgia permite solicitar un recuento de los votos si el margen de victoria del candidato ganador es de menos de 0.5%, y la ventaja de Biden por ahora ni siquiera llega al 0.1%.
“Este margen literalmente es de menos de la capacidad de una escuela superior grande”, subrayó el encargado de la implementación del sistema de votación en Georgia, Gabriel Sterling.
El recuento tendrá que solicitarlo formalmente uno de los dos candidatos presidenciales, pero eso no puede ocurrir “hasta que se haya certificado el resultado de las elecciones” después de una auditoría del proceso, explicó.
“Deberíamos conocer el resultado (de las elecciones) para finales de noviembre”, calculó Sterling, aunque matizó que ese calendario podría variar si hay nuevos litigios sobre el proceso de cómputo de votos en el estado.
Sin embargo, Biden no necesita ganar en Georgia para hacerse con los 270 delegados en el Colegio Electoral que se requieren para asegurarse la Casa Blanca: si se impone en Pensilvania, donde también lleva ventaja, ya llegaría a 284, según las proyecciones de los principales medios de comunicación.
A las 10 de la mañana en Georgia (15:00 GMT), quedaban aún 5,500 votos por contar en cuatro condados del estado, además de otras 8,890 papeletas enviadas por correo por militares desplegados en el exterior que aún no habían llegado al territorio, informó Raffensperger.
No está claro cuántas de esas 8,890 papeletas se acabarán contando, porque solo entrarán en el cómputo aquellas que lleguen a las oficinas electorales antes de que acabe el día laborable este viernes, precisó.
Una de las razones por las que el conteo ha tardado tanto en Georgia es que algunos condados se olvidaron de pulsar el botón para “subir” al sistema informático los resultados, y no llegaron a hacerlo hasta este jueves o viernes, según Sterling.
No obstante, ese funcionario negó que hubiera problemas sistemáticos en el escrutinio, y subrayó: “No hemos visto ningunas irregularidades generalizadas”.
Tanto Sterling como Raffensperger son republicanos, del mismo partido que el presidente estadounidense, Donald Trump.
La campaña de Trump ha denunciado sin pruebas un fraude en varios estados clave y este miércoles presentó una demanda para cuestionar la validez de algunos de los votos en Georgia, pero un juez desestimó esa querella.