Los empleadores de Estados Unidos están perdiendo la paciencia con los trabajadores que no quieren vacunarse contra el COVID-19.
Durante meses, la mayoría de los empleadores recurrieron a campañas de información, bonos y otros incentivos para alentar a sus trabajadores a que se vacunen contra el COVID-19.
Ahora, un creciente número de ellos está imponiendo normas para dificultar la vida a quienes se nieguen a inocularse, desde órdenes directas hasta requerir que se sometan a pruebas periódicas de coronavirus.
Entre los empleadores que están adoptando una postura más dura están el gobierno federal, los gobiernos de California y Nueva York, los gigantes tecnológicos Google y Facebook, Walt Disney Co. y la NFL.
Algunos hospitales, universidades, restaurantes, bares y otros establecimientos de entretenimiento también han empezado a requerir que sus trabajadores estén vacunados.
Pero es poco probable que las nuevas medidas afecten a los millones de estadounidenses que no se han vacunado.
Muchas de las compañías que están pidiendo la vacunación tienen en su mayoría trabajadores que ya están inoculados y que no están dispuestos a trabajar junto a aquellos que no lo estén.
En contraste, compañías importantes que dependen de trabajadores de bajos ingresos —como los productores de alimentos, los almacenes, supermercados y otras cadenas de tiendas— están eludiendo las órdenes de vacunación por temor a alejar a los empleados y empeorar la escasez de mano de obra.
Tyson Foods, por ejemplo, dijo que aproximadamente la mitad de sus empleados en Estados Unidos, unas 56,000 personas, han sido vacunados luego de que el procesador de carne y aves de corral realizó más de 100 eventos de vacunación desde febrero. Sin embargo, la compañía señaló que no planea imponer una orden para que la otra mitad se inocule.
Walmart y Amazon, dos de los empleadores privados más grandes del país, también han rechazado requerir a sus trabajadores que se vacunen y han seguido dependiendo de estrategias como las bonificaciones y el acceso in situ a las vacunas. Pero en una señal potencialmente poderosa, Walmart dijo que los empleados de su sede estarán obligados a vacunarse antes del 4 de octubre.