Una trabajadora de una fábrica de Tesla en California (Estados Unidos) demandó al fabricante de automóviles eléctricos, alegando que las mujeres son objeto de un acoso sexual desenfrenado en las instalaciones y que los gerentes no han tomado medidas a pesar de sus quejas.
La planta de Fremont, en el área de la Bahía de San Francisco, ha estado salpicada por varias controversias recientemente, como una sentencia millonaria por racismo y una batalla por las restricciones de COVID-19.
En la nueva demanda presentada el jueves, Jessica Barraza dice que fue víctima de lenguaje y comportamientos sexistas, como manoseos frecuentes en la fábrica. La demandante asegura que los supervisores y los gerentes conocían estos hechos, incluso alguno de ellos los hizo.
“Aunque Tesla afirma públicamente que fomenta un entorno seguro y respetuoso para sus trabajadores, la verdad es que durante años Tesla ha sometido a las mujeres que trabajan en su planta de Fremont a condiciones de pesadilla de acoso sexual desenfrenado”, afirma la demanda.
Tesla no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Barraza alega que uno de sus colegas, por ejemplo, se acercó a ella por detrás puso su pierna entre sus muslos.
“Casi todos los días, durante tres años, mis compañeras de trabajo y yo fuimos objetivadas, amenazadas, tocadas y sometidas a proposiciones en la fábrica”, remarcó en un comunicado emitido por su abogado.
Barraza, de 38 años, sostuvo que se quejó varias veces ante los supervisores y ante un representante de recursos humanos. A pesar de sus advertencias, la empresa, no tomó ninguna medida, afirmó.
En cambio, considera que fue objeto de represalias después de varias denuncias, como ser asignada a un nuevo puesto o enfrentar una acción disciplinaria después de un episodio con un hombre que le metió la pierna entre las suyas.
Actualmente, con una incapacidad médica y diagnóstico de trastorno postraumático, busca una indemnización y daños punitivos, así como obligar a Tesla a implementar programas de capacitación, seguimiento y sanciones para prevenir cualquier acoso sexual.
Esta nueva demanda se produce semanas después de que un jurado de California condenara a Tesla a pagar a un exempleado negro US$ 137 millones en daños por el racismo que enfrentó el hombre en la planta de Fremont.
El año pasado, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, tuvo una disputa con las autoridades por la reapertura de la fábrica en medio de la restricción por coronavirus, y amenazó con trasladar su sede fuera del estado.
Posteriormente, Musk anunció a los inversores en octubre que el principal fabricante de vehículos eléctricos está trasladando su sede a Texas, donde está construyendo una planta.