Las empresas estadounidenses están aprovechando una ventana de oportunidad en el mercado de valores y aumentando las ofertas de acciones mientras suben los precios.
Las ventas secundarias de acciones en Estados Unidos volvieron a cobrar vida la semana pasada, cuando se valoraron 18 ofertas, más que en cualquier otro momento desde mediados de noviembre. La recaudación fue de US$ 2,600 millones, la mayor cantidad desde la primera semana de enero, según datos compilados por Bloomberg.
El resurgimiento en el flujo de acuerdos sigue al renovado apetito por el riesgo de los inversionistas. El índice S&P 500 subió un 9.1% en julio, su mejor mes desde noviembre del 2020. Mientras tanto, el índice Nasdaq 100 y el Nasdaq Composite avanzaron brevemente el lunes un 20% desde sus mínimos de junio antes de retroceder. Una serie de adquisiciones corporativas, que se extendió a esta semana, está ayudando a impulsar el repunte.
“La mejor tolerancia al riesgo evidente en la acción del mercado es, en gran parte, responsable de esto”, dijo la analista de Bloomberg Intelligence Gina Martin Adams en una entrevista.
“El fuerte repunte desde los mínimos de junio, liderado por los sectores de crecimiento y los múltiplos de valoración, puede sugerir a algunos que el entorno para emitir ha mejorado bastante, en particular en contraste con el ritmo constante de mínimos más bajos y la compresión de la valoración evidente durante gran parte de la primera mitad del año”.
Ahora, los mercados están esperando el informe de inflación del miércoles para ver si se vislumbra el fin de las alzas de tasas de interés y si el repunte de las acciones se prolongará.
Mientras tanto, las ofertas recientes se están negociando bien. Las acciones vendidas la semana pasada aumentaron un promedio de 4.1% desde sus precios de oferta durante la sesión siguiente, según muestran los datos de Bloomberg. Eso es mucho mejor que el retorno promedio del 1.3% de las ofertas secundarias de este año.
Todas menos una de las ofertas de acciones de la semana pasada corresponden a recaudación de efectivo de un emisor corporativo. Los emisores destinaron los ingresos para usos que incluyen el pago de la deuda, la investigación y el desarrollo, y la financiación de adquisiciones, dada la recuperación de la actividad de fusiones y adquisiciones junto con el del mercado de capital social.
Alrededor de un tercio de los acuerdos de la semana pasada provinieron del sector de biotecnología, pero variadas industrias participaron en la recaudación de fondos, incluidas la financiera y las de servicios públicos.
Un área que aún no está experimentando un resurgimiento son las OPI, que suele ser uno de los rincones del mercado que más tarda en recuperarse de una desaceleración. Hasta el lunes, solo dos pequeñas salidas a bolsa en Estados Unidos comprendían el calendario de emisiones de esta semana.