La elección de Jerome Powell para continuar como presidente de la Reserva Federal (Fed) da a los inversores globales estabilidad y cierta previsibilidad, cuando el banco central se prepara para reducir sus compras de activos y empezar a subir las tasas de interés.
Muchos inversores esperaban que Powell, que fue nombrado presidente por Donald Trump en el 2017, fuera repostulado por Joe Biden para otro período de cuatro años. El mandatario demócrata lo propuso el lunes para otros cuatro años, y a Lael Brainard, que era la otra candidata, para el puesto, de vicepresidenta.
Biden también tiene que cubrir tres vacantes en la Fed, incluido el de vicepresidente de supervisión, y planea hacerlo a principios de diciembre.
El actual mandato de Powell, que finaliza en febrero del 2022, ha resultado positivo para los activos de riesgo, ya que el S&P ha ganado un 69.7% desde su nombramiento el 5 de febrero del 2018 y ha batido una serie de nuevos récords, en parte ayudado por las medidas de emergencia que la Fed puso en marcha en respuesta a la pandemia de coronavirus.
“Mi reacción es una de alivio”, dijo Peter Tuz, presidente de Chase Investment Counsel. “Fue una mano firme, creo que a la gente le gustaron en general las políticas que impulsó desde que (COVID-19) se convirtió en un problema”.
Tuz dijo que Powell era “querido por ambos partidos y ha sido una fuerza bastante estable”.
Los rendimientos de la deuda pública estadounidense, que se mueven de forma inversa a los precios, subieron tras la noticia, y los de los bonos del Tesoro a dos y cinco años alcanzaron sus niveles más altos desde principios del 2020. El dólar amplió las ganancias frente a una cesta de divisas y el S&P 500 abrió al alza.
Powell siempre había sido el favorito, pero hubo dudas después de que sus probabilidades en los mercados de apuestas cayeron tras las fuertes críticas a su actuación por parte de los demócratas progresistas y un escándalo por actividad en los mercados de funcionarios de la Reserva Federal.
El sitio web de apuestas en línea PredictIt daba a Powell un 79% de posibilidades de ser confirmado por el Senado de Estados Unidos en la mañana del lunes, frente a un 90% de posibilidades el 12 de setiembre, mientras que las probabilidades de que la gobernadora de la Fed, Lael Brainard, fuera la elegida habían aumentado a 23% desde un mínimo de 6% en septiembre.
Aunque el liderazgo del banco central estadounidense siempre es importante para los mercados, la decisión de Biden adquiere mayor importancia este año, ya que la Fed comienza a reducir sus compras mensuales de bonos por valor de US$ 120 millones. Al mismo tiempo, se enfrenta a un aumento histórico de la inflación mientras las cadenas de suministro mundiales siguen perturbadas por la pandemia del coronavirus.
“Los mercados van a tomar esto como una señal de alivio”, manifestó Robert Pavlik, gestor de carteras senior de Dakota Wealth Management.
Pavlik dijo que el hecho de que Brainard asuma el papel de vicepresidenta “al menos pone algún tipo de presión sobre Powell para que no se apresure a subir las tasas”.
Brainard, que fue nominada a la junta de la Fed por el expresidente Barack Obama en el 2014, es ampliamente vista como más moderada que Powell en parte debido a su defensa para mantener la política monetaria súper laxa hasta que la recuperación del empleo haya avanzado más.
Algunos inversores estaban nerviosos porque esperaban un nombramiento antes, como ha sido el caso de los anuncios anteriores.
Powell fue propuesto por el expresidente Donald Trump el 2 de noviembre del 2017; la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, fue nombrada por Barack Obama el 9 de octubre del 2013, y Ben Bernanke, por George W. Bush el 25 de octubre del 2005 y luego el 25 de agosto del 2009.
Tras la nominación, Powell tendrá que ser examinado por el Comité Bancario del Senado antes de pasar a una votación en el pleno del Senado, donde se necesitará una mayoría simple.
Powell ha hecho más que cualquier otro presidente reciente de la Fed para cultivar las relaciones en el Capitolio, reuniéndose regularmente con miembros de ambos partidos. Al menos un miembro demócrata del Comité Bancario del Senado, Jon Tester de Montana, ha apoyado a Powell para un segundo mandato, mientras que otra demócrata, Elizabeth Warren de Massachusetts, ha dicho que se opondría. La mayoría de los observadores creen que Powell obtendrá el respaldo de la mayoría, sino de todos los republicanos.
El nombramiento del presidente de la Fed se conoce en un momento en el que los demócratas intentan aprobar un proyecto de ley de gasto social que es fundamental para la agenda económica del gobierno.
Warren también ha pedido a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos que investigue las operaciones de los principales banqueros centrales locales, incluida la de dos miembros de la Fed que dimitieron tras las protestas públicas por sus operaciones.