El Departamento del Interior de Estados Unidos canceló dos contratos de arrendamiento para la mina de cobre y níquel Twin Metals, propuesta por Antofagasta Plc. en el estado de Minnesota, anulando de hecho el proyecto y otorgando una importante victoria a los ecologistas.
La decisión demuestra que el Gobierno del presidente Joe Biden se siente cada vez más cómodo dando prioridad a los esfuerzos de conservación, pese a que la demanda de minerales para la manufactura de vehículos eléctricos ha seguido aumentando.
Los arrendamientos para la mina propuesta en el norte de Minesota habían sido retirados por primera vez por el entonces presidente Barack Obama en el 2016, pero el gobierno de Donald Trump revirtió esa decisión.
Los funcionarios de Biden dijeron el miércoles que Trump se equivocó al devolver los arrendamientos.
“Encontramos que los arrendamientos fueron renovados indebidamente en violación de los estatutos y reglamentos aplicables, y estamos tomando medidas para cancelarlos”, dijo la secretaria del Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, y agregó que su departamento tiene la responsabilidad de “garantizar que ningún arrendatario reciba un trato especial”.
Twin Metals, controlada por la chilena Antofagasta, informó que considera que la decisión se basó en cuestiones políticas y no en la ciencia.
“Impugnaremos este intento de detener nuestro proyecto y defenderemos nuestros derechos mineros válidos. Esperamos prevalecer”, señaló la portavoz de Twin Metals, Kathy Graul.
La medida se sumó a un plan anunciado el pasado otoño boreal por la Casa Blanca para imponer una prohibición de 20 años a la minería en la región de Boundary Waters, en Minnesota, donde Antofagasta espera construir una mina subterránea para suministrar cobre a los vehículos eléctricos, que usan el doble del metal rojo que los motores de combustión interna.