
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, firmaron este lunes un acuerdo sobre tierras raras, en medio de la escalada de la tensión por las nuevas restricciones impuestas por China.
“El acuerdo de hoy sobre minerales críticos y tierras raras solo supone dar un paso más, aprovechar las oportunidades que se nos presentan para llevar nuestra relación al siguiente nivel, y ha sido fantástico el contacto que hemos tenido juntos, la amistad que hemos desarrollado”, aseguró Albanese tras firmar el pacto con Trump en la Casa Blanca.
El acuerdo busca consolidar el acceso de Estados Unidos a los minerales estratégicos australianos con el objetivo de reducir la dependencia de las tierras raras de China, que prácticamente monopoliza la industria.
Pekín anunció que en noviembre impondrá controles a la exportación de estos metales que son críticos para la industria tecnológica, militar y energética a la que Trump respondió con la amenaza de una subida “masiva” de aranceles.

“Dentro de aproximadamente un año, tendremos tantos minerales críticos y tierras raras que no sabremos qué hacer con ellos. Tendrán un valor aproximado de 2 dólares”, bromeó Trump durante el encuentro con Albanese, tras apuntar que coopera también con “otros países” en este asunto.
El estadounidense reconoció que trabajan “en todo lo que tiene que ver con la protección militar, los buques militares, los vehículos, las armas, las municiones”.
“Somos aliados desde hace mucho tiempo. Diría que nunca ha habido nadie mejor”, comentó el republicano sobre las relaciones de Washington con el país austral.
El Gobierno australiano anunció recientemente la creación de una reserva nacional de minerales críticos, dotada con más de 1,200 millones de dólares australianos (US$ 782 millones), destinada a respaldar proyectos locales de extracción y refinado. Con pactos como este, Camberra busca posicionarse como proveedor fiable para sus aliados.
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Detalles del acuerdo
Albanese señaló que el acuerdo representa una inversión de US$ 8,500 millones “lista para ejecutarse”. Destacó que el pacto sobre minerales y tierras raras “lleva la cooperación al siguiente nivel”, y elogió la colaboración económica y de defensa entre ambos países.
Los dos líderes afirmaron que el acuerdo incluirá procesamiento de tierras raras en Australia. Albanese agregó que su país tiene “capacidad” para ampliar esos esfuerzos.
El convenio comenzará con aportes iniciales de US$ 1,000 millones de cada país durante los próximos seis meses, con nuevos proyectos en ambas naciones y uno adicional que incluirá a Japón, explicó el primer ministro australiano.
El encuentro, la primera visita oficial de Albanese a la Casa Blanca desde el regreso de Trump al poder, ocurre mientras el líder australiano busca reforzar la relación con Washington, utilizando la riqueza mineral de su país como carta de negociación.

La decisión de China de imponer restricciones sin precedentes a las exportaciones de tierras raras ha sacudido a las economías globales. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó la semana pasada que los aliados —incluida Australia— mantienen conversaciones para una respuesta coordinada.
Australia, que posee el cuarto mayor depósito mundial de tierras raras, busca consolidarse como alternativa a China en el suministro de materiales esenciales para los sectores de semiconductores, tecnología de defensa, energía renovable y otros. El país también alberga a Lynas Rare Earths Ltd., el único productor de tierras raras pesadas fuera de China.
Las negociaciones para asegurar un acuerdo estaban en curso antes de la visita de Albanese. Más de una docena de empresas mineras australianas se reunieron el mes pasado en Washington con funcionarios de diversas agencias. Según fuentes cercanas, Estados Unidos busca obtener participaciones similares a las de capital en compañías mineras como parte de su estrategia para desarrollar cadenas de suministro que compitan con las de China.
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El ministro australiano de Hacienda, Jim Chalmers, se reunió la semana pasada en Nueva York con inversionistas de firmas como Blackstone Inc. y Blue Owl Capital para promover a su país como destino seguro y rico en recursos para el capital global, además de socio clave para diversificar las cadenas de suministro críticas.
Crece la confianza en que Australia y Estados Unidos inicien conversaciones sobre cómo Canberra podría garantizar envíos seguros de tierras raras y fortalecer la capacidad industrial estadounidense. Esa expectativa ha impulsado el entusiasmo de los inversionistas, elevando las acciones de mineras como Lynas más de 150% en los últimos 12 meses.
Venta de submarinos
Trump afirmó el lunes que los líderes también discutirían sobre “comercio, submarinos y mucho otro equipo militar”, con los temas de defensa en la parte alta de la agenda. El presidente estadounidense ha presionado a Canberra para aumentar su gasto en defensa a 3.5% del producto interno bruto, desde el nivel actual de alrededor de 2%, una medida que Australia ha resistido hasta ahora.
Otro asunto clave es el acuerdo bajo el pacto Aukus, que prevé la venta de hasta cinco submarinos de propulsión nuclear clase Virginia a Australia hacia comienzos de la próxima década. Luego, Australia y el Reino Unido diseñarían y construirían un submarino de nueva generación con tecnología estadounidense, cuyo desarrollo concluiría en la década de 2040.
El acuerdo Aukus fue firmado en 2021 por el equipo del expresidente Joe Biden para contrarrestar la expansión militar china en la región del Indo-Pacífico. Sin embargo, la administración Trump revisa actualmente el pacto para determinar si está “alineado con la agenda America First”, según el Pentágono, lo que ha generado temores de una posible retirada estadounidense.
Funcionarios australianos y británicos han minimizado esa posibilidad. Trump, sin embargo, sugirió el lunes que planea avanzar con las ventas de submarinos.
“Estamos haciendo eso”, dijo el presidente en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de acelerar las entregas.
“Tenemos los mejores submarinos del mundo, y estamos construyendo más. Y ahora empezamos, lo tenemos todo listo con Anthony”, agregó. “Creo que está avanzando muy rápido y muy bien”.
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El mandatario estadounidense también elogió la cooperación militar entre ambos aliados.
“Han hecho un trabajo fantástico en armamento. Y en las cosas que hacemos juntos, nuestros ejércitos trabajan muy, muy estrechamente”.
Aun así, Trump sugirió que es poco probable que ofrezca a Australia un alivio arancelario, algo que Canberra ha solicitado como país con déficit comercial frente a Estados Unidos. Trump impuso un arancel base de 10% a los productos australianos.
“Australia paga aranceles muy bajos, muy, muy bajos”, dijo Trump.
Albanese enfrenta un equilibrio delicado en materia comercial. Aunque busca fortalecer los lazos con Washington, también intenta mantener relaciones estrechas con China, su principal socio comercial. El primer ministro visitó Pekín en julio, su segundo viaje desde que asumió el cargo.
Elaborado con información de EFE y Bloomberg