El choque inusual esta semana entre el gobierno del presidente Joe Biden y los legisladores demócratas en torno a la caducidad de una moratoria sobre los desalojos podría ser un anticipo para enfrentamientos aún mayores en lo sucesivo.
Al encontrar aliados en la conducción, una nueva generación de legisladores progresistas insistió en que la Casa Blanca les preste atención.
Sus tácticas, que incluyeron varios días de protestas ampliamente publicitadas en la escalinata del Capitolio en Washington, obligaron finalmente al gobierno a encontrar la manera de que la mayoría de los inquilinos conserven sus viviendas.
Después de contenerse durante varios meses mientras el presidente Joe Biden buscaba seducir a los demócratas moderados —e incluso a algunos republicanos— muchos progresistas dicen que ha pasado el momento de mostrarse sumisos.
Y en vista de la estrechísima mayoría de los demócratas en el Congreso, eso significa que la Casa Blanca tal vez deba prestar mayor atención al ala izquierda del Partido Demócrata, sobre todo al intensificarse la campaña del gobierno para lograr la aprobación de su paquete para la infraestructura.
“Esperamos que esto haya demostrado no solo a la conducción, al bloque, sino también a nuestra familia progresista que cuando decimos que no vamos a ceder, no vamos a ceder”, dijo la representante Cori Bush, que organizó la sentada en la escalinata del Capitolio.
Pero mientras los progresistas en Washington se sienten envalentonados, hay señales en contrario. En Ohio, los votantes rechazaron un candidato a legislador que había recibido el apoyo entusiasta del senador Bernie Sanders, un dirigente progresista. La izquierda sufrió reveses similares en la ciudad de Nueva York y el estado de Virginia,
Lo que distinguió a la revuelta progresista esta semana fue la protesta de Bush.
Cuando salió con su silla a la escalinata del Capitolio el viernes por la noche, la cámara había intentado en vano aprobar un proyecto para impedir que caducara la moratoria. La presidenta Nancy Pelosi y el senador Chuck Schumer, líder del bloque mayoritario, le habían dicho a Biden en la víspera que el Congreso no podría brindarle una solución legislativa.
Cuando Bush inició su vigilia, mucha gente acudió a unirse a la legisladora, que habló con emoción sobre la época en que no tenía techo y vivía con sus dos hijos en su camioneta Ford Explorer en las calles del distrito de St. Louis que ahora representa en el Congreso.
La visitaron, entre otros, Sanders, la senadora Elizabeth Warren y la representante Alexandria Ocasio-Cortez cuya presencia atrajo aún más la atención de la prensa.