Los científicos estadounidenses podrían obtener mayor capacidad para identificar mutaciones del coronavirus potencialmente más letales bajo un proyecto de ley que avanza en el Congreso y que podría proporcionar US$ 1,750 millones para secuenciación genómica.
Por ahora, Estados Unidos sólo está mapeando la composición genética de una minúscula fracción de muestras positivas del virus, pero algunos expertos dicen que esto es como volar a ciegas. Significa que la verdadera propagación en el país de mutaciones problemáticas identificadas por primera vez en Reino Unido y Sudáfrica sigue siendo cuestión de conjeturas.
Tal ignorancia podría resultar costosa. Una preocupación es que potenciales mutaciones del COVID-19 más transmisibles —como la variante británica— podrían moverse más rápido que la capacidad de Estados Unidos para vacunar a su población.
“Hay una pequeña cantidad de laboratorios académicos y de salud pública que básicamente han estado haciendo la vigilancia genómica”, dijo David O’Connor, investigador del sida en la Universidad de Wisconsin. “Pero no hay coherencia nacional en la estrategia”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) están tratando de guiar esos esfuerzos, alineándose con el propio trabajo de detección avanzada del gobierno, pero la iniciativa de legislación sobre el COVID-19 llevaría la búsqueda a otro nivel.
Además del dinero, el proyecto de ley de la Cámara de Representantes que aprobó la Comisión de Energía y Comercio la semana pasada pide que los CDC organicen una red nacional para usar la tecnología para rastrear la propagación de mutaciones y guiar las medidas de salud pública.
En el Senado, la demócrata de Wisconsin, Tammy Baldwin, presentó una legislación que proporcionaría 2.000 millones de dólares. Baldwin dice que Estados Unidos debería usar tecnología de mapeo genético para analizar al menos el 15% de las muestras positivas del virus. Puede que no parezca mucho, pero se cree que la tasa actual es de 0.3% a 0.5%. El análisis del 15% de las muestras positivas ampliaría la vigilancia al menos 30 veces.
“Las variantes representan una amenaza creciente”, dijo Baldwin. “Al inicio de la pandemia de COVID-19, aumentar nuestra capacidad de prueba era esencial para nuestra capacidad de rastrear y ralentizar la propagación del virus; lo mismo es cierto para encontrar y rastrear estos variantes”, dijo la legisladora.