(Foto: Difusión)
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El Gobierno estadounidense anunció un plan para proteger la red eléctrica del país ante la “creciente amenaza” de a través de la modernización de los sistemas actuales considerados “vulnerables”.

“Estados Unidos encara una creciente y bien documentada amenaza de ciberataques por parte de actores malintencionados que buscan interrumpir el suministro de electricidad que los estadounidenses usan en sus casas y negocios”, explicó la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en un comunicado.

El plan, anunciado conjuntamente por la y el Departamento de Energía, llama a un esfuerzo público-privado para modernizar las defensas de ciberseguridad en “infraestructura fundamental” para el país.

La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Emily Horne, remarcó que la Administración del presidente está tomando medidas para reforzar la ciberseguridad de sistemas claves para la economía del país de “amenazas persistentes y sofisticadas”.

El anuncio se produce poco después de conocerse los últimos ciberataques registrados en , especialmente el conocido como SolarWinds, y la imposición de nuevas sanciones a Moscú en represalia por parte del Gobierno de Biden.

En diciembre pasado, la empresa especializada en ciberseguridad FireEye, una de las mayores de Estados Unidos, informó que hackers vinculados al Gobierno de un país extranjero -las sospechas se centraron en Rusia- lograron acceder a sus sistemas y robarles material.

“Al comprometer la cadena de suministro del software de SolarWinds, el Servicio de Espionaje Exterior de Rusia (SVR) pudo espiar o alterar potencialmente más de 16,000 sistemas informáticos en todo el mundo”, señaló la Casa Blanca la pasada semana al acusar directamente a Moscú por primera vez.

El pirateo, que se detectó a finales del año pasado, logró adentrarse en todo tipo de sistemas a través de las actualizaciones de un popular programa de la empresa tecnológica estadounidense SolarWinds, llamado Orion, y que tanto el Ejecutivo como cientos de grandes compañías usan para monitorear redes informáticas.

Hasta ahora se ha confirmado oficialmente que nueve agencias y departamentos del Gobierno estadounidense y alrededor de cien empresas del sector privado han visto sus sistemas comprometidos por la actualización maliciosa.