
Estados Unidos reducirá el número de tropas en Siria en los próximos meses de unos 2,000 a menos de 1,000 efectivos desplegados para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), informó el viernes el Pentágono.
Washington lleva años con tropas en territorio sirio como parte de los esfuerzos internacionales contra el EI, que surgió del caos de la guerra civil en ese país y se apoderó de amplias zonas allí y en el vecino Irak hace más de una década.
Desde entonces, ha sufrido importantes derrotas en ambos países, pero se le sigue considerando una amenaza.
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“Hoy el secretario de Defensa ha ordenado la consolidación de las fuerzas estadounidenses en Siria [...] en lugares seleccionados”, declaró en un comunicado el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, sin especificar dónde se llevaría a cabo.
“Este proceso intencionado y basado en las condiciones reducirá la presencia estadounidense en Siria a menos de 1,000 militares en los próximos meses”, precisó.
“Mientras se lleva a cabo esta consolidación, en consonancia con el compromiso del presidente (Donald) Trump con la paz a través de la fuerza, el Mando Central de Estados Unidos (en esa región) seguirá preparado para continuar los ataques contra los restos del (EI) en Siria”, completó Parnell.
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La ofensiva del EI en 2014 provocó una campaña aérea liderada por Washington en apoyo a fuerzas terrestres locales del gobierno iraquí encabezadas por tropas de operaciones especiales y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos.
Tras años de sangrientos combates, el gobierno iraquí anunció la victoria definitiva sobre el EI en diciembre de 2017, mientras que las FDS proclamaron la derrota del “califato” del grupo en marzo de 2019, tras tomar su último bastión en Siria.
Sin embargo, los yihadistas aún cuentan con algunos combatientes en las zonas rurales de ambos países.
Las fuerzas estadounidenses llevaban a cabo hasta ahora ataques y redadas recurrentes para ayudar a impedir el resurgimiento del grupo.