El Departamento de Justicia de Estados Unidos negocia con la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, su regreso a China desde Canadá a cambio de que admita algunos de los cargos de los que se le acusa y que han agriado las relaciones entre Pekín y Washington, informó este viernes el diario Wall Street Journal (WSJ).
Meng reside en Vancouver (Canadá) desde hace dos años, cuando fue arrestada a petición de Estados Unidos, que reclama su extradición por haber supuestamente violado las sanciones impuestas a Irán y de otros 23 delitos, entre ellos robo de secretos industriales, algo que la alta ejecutiva china ha negado.
Según el WSJ, las negociaciones para solucionar este caso se han acelerado esta semana para obtener una resolución antes de que el presidente Donald Trump abandone la Casa Blanca en enero, aunque el contencioso podría acabar en manos del presidente electo, Joe Biden.
Meng rechazó recientemente un borrador de acuerdo propuesto por el Departamento de Justicia por la manera en que describían sus comunicaciones internas con instituciones financieras de Huawei.
El posible acuerdo llevaría al Departamento de Justicia de Estados Unidos a posponer la presentación de cargos contra ella y posteriormente retirarlos a cambio de que admita parte de la acusación, con lo que podría regresar a China.
Meng, hija del fundador y consejero delegado de Huawei, Ren Zhengfei, y considerada heredera de este imperio tecnológico, se ha resistido hasta el momento a reconocer ningún delito y ha acusado a Washington de tener motivaciones políticas.
El contencioso empeoró aún más las relaciones entre Pekín y Washington en plena guerra comercial y diplomática y arrastró a Ottawa por el camino, que también se ha visto afectado en sus relaciones bilaterales con el gigante asiático.
Pekín ha exigido a Estados Unidos que retire la petición de extradición y ha pedido a Canadá que permita a Meng regresar a China.
Tras su detención el 1 de diciembre del 2018 en el aeropuerto de Vancouver (Canadá), Meng fue puesta en libertad tras el pago de una fianza de 10 millones de dólares canadienses (unos US$ 7.8 millones), pero permanece recluida en una mansión que posee en la ciudad de la Columbia Británica.
Washington ha puesto en el punto de mira a Huawei, a la que acusa de ser una amenaza para la seguridad nacional y de espionaje industrial y a la que ha impuesto sanciones, al tiempo que ha presionado para que sus aliados limiten sus relaciones con la multinacional en lo referente a la tecnología 5G.