Western Union, que lidera el mercado de remesas en Cuba, opera a través de Fincimex, la entidad financiera que gestiona el dinero enviado a la isla y que es una filial de Cimex, subsidiaria a su vez de GAESA, el conglomerado empresarial militar más poderoso de Cuba. (Foto: EFE).
Western Union, que lidera el mercado de remesas en Cuba, opera a través de Fincimex, la entidad financiera que gestiona el dinero enviado a la isla y que es una filial de Cimex, subsidiaria a su vez de GAESA, el conglomerado empresarial militar más poderoso de Cuba. (Foto: EFE).

Estados Unidos impedirá enviar dinero a Cuba a través de entidades controladas por los militares cubanos, según un documento oficial divulgado el viernes, que amenaza la operativa de la empresa estadounidense de servicios financieros Western Union y que fue rechazado por La Habana.

La norma se enmarca en la política del gobierno de de denegar al gobierno cubano acceso a recursos en relación con remesas y debe entrar en vigor el 27 de noviembre, un mes después de su publicación la próxima semana.

La iniciativa, enviada al Registro Federal por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, cancela licencias que hasta ahora permitían que entidades y subentidades bajo la órbita del ejército o los servicios de seguridad cubanos obtuvieran fondos por actuar de intermediarios de las remesas, o por recibir comisiones por procesar transacciones de remesas.

“Esto podría leerse como ‘La norma Western Union’, porque ellos son los que se verán más afectados”, explicó John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, una organización que asesora a empresas estadounidenses sobre negocios en la isla.

Western Union, que lidera el mercado de remesas en , opera a través de Fincimex, la entidad financiera que gestiona el dinero enviado a la isla.

Fincimex es una filial de Cimex, subsidiaria a su vez de GAESA, el conglomerado empresarial militar más poderoso de Cuba.

Western Union tendrá que tomar algunas decisiones, entre ellas abandonar el mercado cubano, o convencer al gobierno cubano de cambiar el estatuto de para que no esté afiliada a los militares”, señaló Kavulich.

Consultada por AFP, Western Union dijo estar “revisando” la nueva regulación.

“Brindaremos información adicional cuando tengamos más claridad sobre su posible impacto en nuestros clientes”, indicó una vocera.

La compañía con sede central en Denver, Colorado, cortó el 26 de febrero las remesas a Cuba de todo origen excepto las de Estados Unidos, señalando “desafíos únicos” en su operativa de transferencia de dinero.

“Gobierno criminal”

Desde La Habana, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que “Estados Unidos insiste en dañar al pueblo cubano”.

“La nueva medida contra las remesas reafirma que no existen límites para un gobierno criminal en la imposición de políticas que limiten los contactos, la comunicación y la ayuda mutua entre las familias de ambos países”, dijo en Twitter.

La administración Trump, respaldada por cubano-estadounidenses de línea dura contra el gobierno comunista de la isla, ha aplicado múltiples medidas que refuerzan el embargo que Washington mantiene desde 1962 contra La Habana, argumentando violaciones de los derechos humanos en Cuba y apoyo al dictador Nicolás Maduro en Venezuela.

En el marco de esas sanciones, el Tesoro decidió en septiembre del 2019 dejar de permitir que las instituciones financieras sujetas a jurisdicción nacional procesen transacciones con origen y destino fuera de Estados Unidos.

Además, limitó el envío de remesas a Cuba, prohibiéndolas para familiares de funcionarios cubanos e integrantes del Partido Comunista, y limitándolas a US$ 1,000 por trimestre por persona en el resto de los casos.

Este año volvió a tomar medidas contra ese sector: en junio sancionó a Fincimex, y en septiembre a su filial American International Services (AIS).

Según el Departamento de Estado, las remesas estadounidenses, estimadas en US$ 3,500 millones en el 2017, juegan un papel importante en la economía cubana.