El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este miércoles un memorándum en el que delinea cómo aquellos sectores vitales para el funcionamiento del país, como el transporte, la energía y la agricultura, deben protegerse de los ciberataques.
Hasta ahora, el Gobierno solo intervenía cuando se producía un gran ataque cibernético, pero Biden quiere expandir el papel de la Administración y servir de guía al sector privado.
Específicamente, el memorándum que firmó Biden pide a los departamentos de Seguridad Nacional y del Tesoro que fijen una serie de normas para todas las empresas, que aunque tiene sus propias necesidades deben cumplir con unos mismos estándares, según el texto hecho público hoy por la Casa Blanca.
De momento, el cumplimiento de esas normas será voluntario, pero un alto funcionario estadounidense abrió la puerta a que el Ejecutivo trabaje con el Congreso para aprobar una ley que haga obligatorio el cumplimiento de ciertos estándares de ciberseguridad, en caso de que sea necesario.
“Nuestra postura actual lamentablemente es insuficiente dada la creciente amenaza que enfrentamos”, dijo el citado alto funcionario, que pidió el anonimato para hablar con la prensa.
Asimismo, el memorándum reafirma la voluntad del Gobierno de compartir con el sector privado la tecnología que sea necesaria para defenderse de los piratas informáticos y, además, insta a las empresas a compartir información sobre los sabotajes informáticos que puedan sufrir.
“No podemos hacer frente a las amenazas que no vemos”, reza el memorándum, que resalta la importancia de detectar cuanto antes esos ataques y evitar que se prolonguen en el tiempo.
El anuncio se produce después de un año de ciberataques de alto alcance, como el del pasado mayo contra el principal oleoducto de Estados Unidos, Colonial, y que provocó escasez de combustible en varios estados del este del país, incluidos Carolina del Norte, Virginia y Washington D.C., los más damnificados.
En mayo, JBS, el procesador de carne más grande del mundo, sufrió otro ciberataque, y en julio hubo otra ofensiva contra Kaseya, una empresa de software que brinda servicios a más de 40,000 organizaciones en todo el mundo.
Desde que asumió el poder en enero, Biden ha dado prioridad a la seguridad cibernética y en la víspera (martes), en un discurso ante la comunidad de inteligencia del país, el presidente advirtió de que los ciberataques pueden acabar, algún día, “desencadenando un conflicto armado real”.